Voces

Asambleas seccionales: la fuerza de Morena desde el territorio

Asambleas seccionales: la fuerza de Morena desde el territorio

Por Jorge Sanén 

Este domingo arrancaron en todo el país las asambleas seccionales de Morena, un proceso interno que reafirma la vocación democrática de nuestro movimiento. A diferencia de otros partidos que toman sus decisiones en círculos cerrados, Morena vuelve a sus bases para fortalecer la organización y garantizar que las grandes decisiones se construyan con la participación de la militancia.

Las asambleas seccionales no son un acto protocolario ni un trámite partidista. Son el mecanismo más auténtico para que la voz de cada militante cuente, para que los comités se integren con legitimidad y para que se fortalezca la unidad desde abajo. En ellas se eligen representantes, se debaten ideas y se consolidan estructuras que tienen como finalidad no solo la operación electoral, sino también la formación política y el arraigo territorial.

Este ejercicio de organización interna es parte de lo que entendemos como el segundo piso de la Cuarta Transformación. Para sostener un proyecto de nación que busca erradicar la corrupción, ampliar derechos y construir bienestar, se requiere una base popular fuerte, informada y organizada. Las asambleas seccionales son la columna vertebral de esa construcción.

Como presidente del Consejo Estatal de Morena en Quintana Roo, reconozco la relevancia de este momento. Estas asambleas nos permiten seguir diferenciándonos como un partido-movimiento que no se queda en las cúpulas, sino que abre espacios a la militancia, genera conciencia y construye democracia interna. El reto es garantizar que este proceso se viva con transparencia, con respeto a la pluralidad y con un profundo sentido de responsabilidad hacia el pueblo.

Los adversarios políticos intentarán minimizar este esfuerzo o sembrar dudas sobre su legitimidad. Sin embargo, la mayor fortaleza de Morena está en el pueblo organizado. Cada comité seccional que se forme será una trinchera de defensa de la transformación y un espacio de trabajo colectivo para seguir construyendo país.

Las asambleas que hoy comienzan son, en realidad, una lección de política democrática. Morena no se debilita abriendo sus puertas; al contrario, se fortalece en la medida en que más ciudadanos participan. Porque el movimiento que nació para cambiar la historia de México solo puede mantenerse fiel a sí mismo si sigue siendo, siempre, un movimiento del pueblo y para el pueblo.

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Publicado por
Javier