• El fantasma del fraude
• Soltar y amarrar
• Debates en intercampañas
La frase generó explicables turbulencias: si las próximas elecciones fueran limpias y libres, y fuera derrotado, Andrés Manuel López Obrador se iría a La Chingada, su famosa finca rural de Palenque, Chiapas. Pero, “Si se atreven a un fraude, me voy también a Palenque y a ver quién va a amarrar el tigre. Quien suelte el tigre, que lo amarre. Yo no voy a estar deteniendo a la gente luego de un fraude electoral. Así de claro”.
López Obrador había hablado en Acapulco ante directivos de la banca asentada en México, mayoritariamente controlada por entidades extranjeras. El discurso había incluido pasajes destinados a sosegar a ese segmento del alto capital, comprometiéndose el tabasqueño a no realizar actos lesivos para ese sistema bancario, aceptando como positiva su actual conformación accionaria (absolutamente favorable a las firmas no mexicanas), reconociendo que si los contratos en materia de reforma energética están bien hechos, y no lesionan el interés nacional, habrán de ser respetados.
Pero la parábola del tigre reavivó en esos segmentos, dominantes de la vida económica, política y social del país, el temor a que los comicios del próximo primero de julio pudiesen potenciar el actual hartazgo nacional y convertirse en catalizadores, con resultados impredecibles. El fantasma del fraude electoral tomó una forma felina y dejó en el aire cualquier suposición de que hubiese botones de control en esta ocasión si los encargados actuales de garantizar limpieza en ese proceso electoral permiten que se consume una imposición .
En ese peculiar juego de vaivenes que está practicando AMLO, tratando de conjurar la campaña de descalificaciones que pretende asociar nuevamente su figura con eventuales desastres y desórdenes (como si la situación actual fuera de bonanza y buen gobierno), también aceptó ayer, al responder a la pregunta de un reportero, que ha lanzado un guiño especial a Enrique Peña Nieto, luego que éste pronunció una frase presuntamente balsámica, al decir que no metería las manos en el proceso electoral.
López Obrador dijo que Peña Nieto sería bien recordado si cumpliera ese ofrecimiento y permitiera que los resultados electorales correspondieran a la auténtica voluntad popular. Un guiño al ocupante de Los Pinos que ha provocado, junto a otros gestos o posturas de apariencia conciliadora, el señalamiento, por parte de sus adversarios, de que hay un intento de pacto extraoficial entre el peñismo y el lopezobradorismo. Una parte del posicionamiento propagandístico de José Antonio Meade y de Ricardo Anaya contra López Obrador trata de contrastar los presuntos compromisos del priista y del panista en cuanto a hacer justicia al parejo (Anaya inclusive señalando expresamente a Peña Nieto como futuro blanco de esa “ruptura” de pactos de impunidad), frente a la amnistía general a la clase política que ha proclamado el candidato de Morena.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha vuelto a enmendar la plana al Instituto Nacional Electoral (INE), ahora en materia de debates entre candidatos presidenciales durante el actual periodo de intercampañas. La resolución del citado tribunal ha sido bien recibida por el tecnopriista Meade y el inmobiliario panista Anaya, los cuales desean polemizar con el amoroso López Obrador quien, a su vez, ha dicho que no irá más que a los tres debates oficialmente establecidos, y no a las versiones que se pudieran ir armando en este mes, pues considera que sus adversarios le echarán “montón”.
Astillas: “¿No que no se podía?”, soltó ayer el exfutbolista profesional Cuauhtémoc Blanco al registrar su candidatura a gobernador de Morelos a nombre de la coalición formada por los partidos del Trabajo, Encuentro Social y Morena. Al margen del júbilo de circunstancias que mostró el famoso deportista, sus adversarios insisten en desmontarlo de la candidatura a partir del proceso judicial en curso, relacionado con las acusaciones de que tres años atrás cobró siete millones de pesos, más otras prebendas, para aceptar la postulación a presidente municipal de Cuernavaca… En Puebla registraron sus candidaturas a gobernador la panista Martha Erika Alonso, esposa del exmandatario estatal, Rafael Moreno Valle, y Miguel Barbosa, quien ahora milita en Morena. A estas alturas parece que la contienda local se centrará en estos dos personajes, en un duelo que requerirá alta inversión económica (en espera de posteriores compensaciones y ganancias)… La potosina Rosa Icela Rodríguez, quien fue secretaria de desarrollo social y, en seguida, de desarrollo rural durante la administración de Miguel Ángel Mancera en el gobierno de la capital del país (al último cargo renunció en enero del presente año), apareció ayer en la ciudad de San Luis Potosí durante un acto con Andrés Manuel López Obrador, con quien Rosa Icela fue funcionaria cuando el tabasqueño era jefe del gobierno chilango… Miguel Ángel Yunes, el papá gobernador que busca entregar el “trono” estatal a su hijo, quiso mostrar mano dura en Veracruz ante protestas magisteriales, encarcelando a profesores y sus dirigentes, aunque luego hubo de desarmar esa demostración de fuerza… En Chile ha dicho Enrique Peña Nieto que la pretensión trumpista de construir un muro fronterizo “no es un gesto amistoso”. Retórica suave ante la rudeza del ocupante de la Oficina Oval en Washington, quien incluso develó en un acto masivo los detalles de la reciente plática que sostuvo con el mexicano, reiterando la exigencia de que sea el vecino del sur quien pague la edificación desde suelo estadunidense de esa barrera… Y, mientras el candidato del “Frente”, Ricardo Anaya, se va de gira a Berlín, Santiago de Chile y Washington, mientras en México crece la expectativa respecto a una eventual consignación a proceso del panista, por el expediente de la nave industrial queretana y las ganancias económicas que de ahí se derivaron, ¡hasta mañana!