Ana María Vázquez

Las terribles imágenes mostradas ayer en la mañanera, cuando un comando del gobierno de Ecuador irrumpió en la embajada mexicana para sacar por la fuerza a los que ellos consideraban un delincuente común, en contra del dictamen de la cancillería mexicana que horas antes había avalado su status de refugiado en razón de persecución política.

El encargado de la embajada Roberto Canseco es el único que en todo momento se enfrenta a hombres armados que pisotean la “casa mexicana”, el único que grita y pone cara ante la barbarie ordenada por Daniel Noboa.

Imágenes que quedarán grabadas en la memoria de todos los mexicanos, cuando un hombre solo, intenta defender el máximo símbolo de nuestro país en el extranjero.

Roberto Canseco es licenciado en derecho y ministro, antes había dirigido el consulado en Guatemala; a la salida de Raquel Serur, declarada persona “non grata” por el presidente de Ecuador, Canseco ocupó el puesto de encargado en jefe de la embajada; 4 años permaneció en Ecuador como encargado de asuntos políticos y jefe de la cancillería.

“A riesgo de mi vida, defendí el honor y la soberanía de mi país”, declaró minutos después de que las camionetas blindadas se retiraran. La convención de Viena señala que: “la persona del agente diplomático es inviolable”, sin embargo, vimos a un diplomático delgado, mayor, tratando de contener a voces a la barbarie que no dudó en encañonarlo, empujarlo, y finalmente, ya fuera de la embajada, someterlo cabeza al piso, hincado, humillado.

Tal como apuntó el presidente, la respuesta de muchos países fue en franco apoyo a México, pero, también destacó, la de Estados Unidos y Canadá, calificándolas de “ambiguas”.

Más que el hecho, ya en tribunales internacionales, lo que cabe resaltar es la valentía y patriotismo de este mexicano al que todos deberíamos agradecer su entrega, lealtad y valor.

Roberto Canseco Martínez, mexicano ejemplar. Sirva esta humilde columna como una muestra de agradecimiento por su defensa a la patria.

¿Cuántos de nosotros nos habríamos enfrentado a las fuerzas extranjeras SOLOS, como él lo hizo? ¿Cuántos, daríamos la vida como él la ofreció para defender la soberanía de nuestra nación? Es aquí donde se ve de qué está hecho un patriota.