Hoy en día, cuando decimos que algo es muy poco probable, es casi seguro que es cierto.

Tantas calamidades, preguntas y misterios se arremolinan en el aire en estos días, que se siente como nadar en una marea de puro veneno.

El gobierno federal americano y sus funcionarios que manejan los motores del estado le han hecho la guerra al pueblo. Después de todo, se supone que el gobierno es un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no un gobierno contra el pueblo.

¿Por dónde empezar?

Por el escándalo de los documentos robados de “Joe Biden”.

Y que decir de la directora del centro de control de las enfermedades, llamado CDC, (Centers for Disease Control). Rochelle Walensky, porque su agencia continúa promoviendo agresivamente las inyecciones de ARNm que están fuertemente implicadas en causar lesiones y muertes no hay armas más obvias contra la gente que estos productos mortales comercializados por Pfizer y Moderna entre otros.

La cruzada de “vacunación” del gobierno debe terminar lo antes posible. No se debe administrar más de una sola dosis de este producto a nadie. Se debe realizar una auditoría en la base de datos de los CDC para determinar exactamente cómo se ha manipulado para ocultar los hechos sobre las lesiones y muertes por “vacunas”.

El público también debe saber por qué los CDC de la Sra. Walensky promovieron “pagos de incentivos” a los hospitales por cada paciente que murió después de dar positivo por covid-19 (pero no necesariamente murió por covid-19). Los pagos por paciente variaron mucho de un estado a otro, desde $18 000 (NJ) hasta $471 000 (WVa). Estos pagos fueron una bendición para los administradores de los hospitales, que tenían un incentivo para dejar morir a las personas con ventiladores.

El país necesita escuchar lo que saben sobre la operación que produjo ‘vacunas’ con una velocidad tan asombrosa, como si estos productos estuvieran de alguna manera en desarrollo incluso antes de que apareciera el covid-19.

Que decir sobre la autorización de uso de emergencia que protegía a las compañías farmacéuticas de responsabilidad a medida que aumentaban las lesiones y las muertes.

Tenemos el Valor hoy en día de exigir la verdad.