CANCÚN, Quintana Roo.- Una de las principales preocupaciones de las familias mexicanas con hijos en preparatoria ha sido sobre la elección que van a hacer al terminar su educación media superior.
Como parte de esta decisión se definen los gustos y preferencias de los jóvenes para adecuar una orientación vocacional y la elección de una universidad que cumpla con sus expectativas y alcances. En esta etapa de toma de decisiones surgen muchas preguntas sobre cómo seleccionar la mejor opción y en ese momento el concepto de la calidad académica se vuelve un factor importante, aunque a menudo difícil de comprender.
Las universidades públicas de México cuentan con autonomía para decidir sobre sus programas se autorregulan. En cambio, las universidades privadas están reguladas por el Gobierno Federal o Estatal quienes otorgan su Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (por sus siglas RVOE). Este reconocimiento de validez y de cumplimiento obligado se ha generalizado, ya que rige los elementos básicos para operar como universidad; sin embargo, los esfuerzos a nivel federal de la Secretaría de Educación Pública para supervisar y vigilar su cumplimiento ha rebasado sus alcances administrativos para garantizar la calidad académica en nuestras instituciones educativas.
ACREDITADORES
Uno de los esfuerzos específicos para garantizar la calidad académica de las universidades de México ha sido por medio de los organismos acreditadores a nivel institucional (acreditación de toda la universidad y sus servicios) como es el caso de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) y programáticas (acreditación de programas individuales como licenciaturas) como es el caso de los organismos acreditados por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes).
Otra medida para asegurar la calidad ha sido el enfoque en la evaluación y certificación individual del aprendizaje, como es el caso del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval).
Estos organismos y sus diferentes abordajes a la calidad académica han provocado que las universidades pongan cada vez mayor atención sobre la generación de evidencias de la calidad de la educación y la revisión institucional constante de su cumplimiento con los estándares reconocidos internacionalmente .
La acreditación institucional es un proceso de autoevaluación enfocado a toda la operación de una universidad en su conjunto, tanto los programas académicos como sus servicios, instalaciones, recursos, apoyos académicos y misión institucional.
Las normas y criterios utilizados para este tipo de acreditación se basan en las prácticas y estándares internaciones de calidad y miden, en su mayor parte, la efectividad de los procesos y resultados de una universidad.
Los procesos de la acreditación son renovables y requieren que las universidades reporten su progreso anualmente. Esto sirve al mejoramiento de las instituciones y proporciona a los estudiantes, sus familias y el público en general una fuerte garantía avalada por terceros de que una determinada institución ofrece sus estudiantes una educación de valor. Como un beneficio adicional la acreditación permite a las empresas poder seleccionar a los mejores candidatos al saber que son egresados de instituciones acreditadas.
GARANTÍAS
Entre las garantías institucionales que se debe realizar y evidenciar, por parte de la misma universidad, son las encuestas de satisfacción de estudiantes, egresados y empleadores, los estudios de empleabilidad de sus egregresados, consejos empresariales quienes aportan al desarrollo de los programas académicas para avalar su relevancia y competitividad, y las evaluaciones individuales de egreso como el Examen General de Egreso de la Licenciatura (EGEL) por parte de Ceneval.
DATOS
LA EDUCACIÓN superior de calidad es esencial para el progreso social y el crecimiento económico.
POR:
Dr. Monir Georgi, PhD, director de internacionalización de Universidad Anáhuac