Así tenemos que las elecciones de Estados Unidos fueron decididas por un puñado de la clase élite; si contabilizamos que su población es de 318 millones aproximadamente nos lleva a que sólo el 1.7% elige el derrotero a seguir en cada elección. Estas cifras me resultan escandalosas sobre todo cuando se escucha que en ese país las cosas funcionan por que las leyes se aplican y si consideramos éste punto, tendríamos que cuestionarnos si sucede lo mismo en la elaboración y aplicación de sus leyes. ¡Solo una micro mínima parte elige por un gran país!

Ahora las cosas parece se están poniendo color de hormiga, la población ha salido a protestar a las calles por el triunfo del Magnate Payaso ¡Y con justa razón! ya que su decisión fue violentada por un pequeño grupo que decidió que los Republicanos y su doctrina eran lo mejor en éstos momentos. ¿Tal vez fue la única manera de quebrantar los avances de las luchas sociales de todos los discriminados por estos poderosos? La verdad es que hay una mano siniestra que mece la cuna pero lo más sorprendente es que una gran mayoría de connacionales, crean que ese es un país es perfecto y la realidad es otra: hay una discriminación tremenda, sobre todo en ciertos estados como Texas; hay un consumismo excesivo que orilla a sus habitantes a comprar, comprar y comprar sin importar cuanto se devaste la tierra, pues al final los grandes consorcios viven en burbujas donde pareciera que no hay contaminación ni depredación; no hay accesibilidad a los servicios médicos para todos, las cuotas por atención y cirugías mayores son enormes. ¿Qué otros defectos tiene nuestro gran vecino? ¡Seguramente muchos!