Ante la falta de resultados en la lucha contra la inseguridad, la orden del gobierno estatal ha sido profundizar y dar curso a las denuncias contra la administración pasada, aunque con esto, se rompan amistades, acuerdos comerciales y familiares de antigua data.
En mi opinión personalísima, los juicios políticos al ex alcalde de Cozumel, Freddy Marrufo Martín, un “gerente” metido a político por un amigo, – Félix González Canto vulnera la permanente “pax cozumeleña”. Marrufo Martín era de la estima del padre del actual gobernador.
Varias veces cuando le decía a Don Nassim Joaquín Ibarra que Freddy Marrufo, era un empleado funcional a Félix González, el respondía: “es un buen chico”. Lo mismo platicaba del ex candidato Mauricio Góngora Escalante y, hasta del ex gobernador, Roberto Borge Ángulo, quien aprendió a dar sus primeros pasos en el Centro Comercial de quien fuera uno de los hombres más lúcidos e inteligentes que he conocido y, del que tuve el honor que me brindara su amistad. Otro tanto sucede con el ex secretario de SEFIPLAN, Juan Pablo Guillermo Molina, heredero de la fortuna de Don Trino Molina, fundador de Barcos México que ha tenido una relación de amistad permanente con los sobrinos del primer mandatario , como con él mismo.
La política es un negocio que puede dejar sin amigos y, todo indica que la necesidad de Carlos Joaquín de demostrar resultados lo orilla a romper con amistades y “puentes” que históricamente mantuvo y, buscaron consejo en su finado padre; Don Nassim, hombre fuerte de Quintana Roo: el Tatich, amigo de presidentes y dueño de una ductilidad e inteligencia política inigualable.
En “El confidente”, de próxima edición se comenta sobre las relaciones del poder vernáculo y los lazos entre familias enfrentadas a las que la inteligencia y sagacidad de Don Nassin Joaquín Ibarra supo mantener bajo control durante décadas.
Tanto el gobierno de Carlos Joaquín como los sectores más representativos de la sociedad y, la propia oposición, están analizando su futuro. La alianza PRD – PAN es un modelo de acumulación de voluntades desorganizado; mientras que el PRI se está reorganizando de la mano de Raymundo King de la Rosa, su líder estatal, luego de soportar el embate para desestabilizarlo de parte de un grupúsculo de afiliados, fogoneado por operadores cercanos al gobierno.
El modelo Une – joaquinista comienza a hacer agua. Agüita que está llevando a su molino: Morena y Andrés Manuel López Obrador que pronto estará en Quintana Roo y, complicará más el avispero político local.