Moscú, Rusia.- Otra vez una jugada con pelota detenida y el cabezazo de un defensor salvaron a Uruguay, que se apuntó una angustiosa victoria 1-0 sobre Egipto en el debut de ambos en el Mundial de Rusia.
El testazo del central José María Giménez en el último minuto dejó a los uruguayos empatados con Rusia en la cima del Grupo A, donde los anfitriones del torneo golearon el jueves 5-0 a Arabia Saudita. Egipto jugó sin su astro Mohamed Salah, que se repone de una lesión en un hombro sufrida el mes pasado durante la final de la Liga de Campeones entre Liverpool y Real Madrid, y no inquietó el arco uruguayo.
Pero el equipo celeste no supo penetrar el vallado defensivo que opusieron los egipcios y un Luis Suárez con la pólvora mojada desperdició las tres situaciones de gol más claras que tuvo el equipo uruguayo, que no hizo nada para justificar el cartel de favorito para ganar el grupo con que llegó a Rusia
En la primera, el delantero de Barcelona tiró desviado desde muy cerca y en las otras dos ocasiones el arquero Mohamed Elshenawy salió airoso en sendos mano a mano.
Elshenawy también tapó dos remates envenenados de Edinson Cavani, justificando la decisión del técnico argentino Héctor Cúper de alinearlo en lugar de Essam El-Hadary, portero de 45 años que aspira a ser el jugador de mayor edad que disputa un partido de una Copa Mundial.
A Uruguay le costó mucho generar peligro ante un contrincante que amontonó gente atrás. Se esperaba que un renovado mediocampo uruguayo le diese más creatividad al equipo. Ese pronóstico, sin embargo, no se cumplió y la mejor fórmula ofensiva que tu