Una de las principales promesas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue la de eliminar los excesivos privilegios de los que gozan los burócratas.
Automóviles de lujo, viáticos de miles de pesos por día, chóferes, guardaespaldas, viajes en aviones particulares, seguro médico privado, cenas en restaurantes de lujo, son solo algunos de los privilegios de los que gozaban y aún gozan los altos funcionarios públicos de México.
Por si esto fuese poco, en la República mexicana, la pobreza amenaza a la mitad de la población, y en contraparte, los directivos del estado son los segundos mejor pagados de América Latina.
Por lo que, la iniciativa de reducción de privilegios del presidente de la República, se enmarca en el Plan de Austeridad Republicana, que entre otros aspectos importantes, prevé una reducción sustancial de los gastos corrientes y prerrogativas de los funcionarios públicos, legisladores y trabajadores; para destinar los recursos liberados, a la inversión pública así como diversos programas sociales.
Se ha dado a conocer que ese conjunto de medidas, debería llevar al país, a recuperar hasta 26.427 millones de dólares.
Absoluta transparencia en el gobierno y el combate a la corrupción institucionalizada, pilares del gobierno actual. Uno de los más criticados y controversiales que hemos tenido, y a la vez, en el que más involucrada está la gente, y en el que el contacto con los “dolores” que le aquejan a nuestra nación es directo. Sin instituciones que detengan el beneficio que genera la proximidad entre gobierno federal y ciudadanos.
Esta reducción, esta nueva forma de gobernar está dando beneficios a los olvidados, a los que estaban alejados de la “mano de la política neoliberal” Pero tremendo padecer a quienes por décadas vivieron a costillas del erario, del robo, la transa, la corrupción y de “ordeñar el presupuesto”
La pregunta sería ¿Somos más los que amamos a México y no robamos o son más los corruptos?
Elijo aportar lo que este en mí, dar mi mejor esfuerzo por el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, hombre de 64 años de edad, que sostiene que la única manera de cumplir lo que ha prometido, es evitar lujos, derroches y gastos superfluos.
Al tiempo…