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Un joven mal educado

El 5 de febrero de 2011, dos meses antes de que Roberto Borge asumiera la gubernatura, la escritora Guadalupe Loaeza lo perfiló, aún sin conocerlo, durante una comida en la entonces recién restaurada ciudad de Tlacotalpan -patrimonio de la humanidad- después de las inundaciones de 2010:

“Los asientos que nos tocaron se encontraban frente a un joven vestido de guayabera. Por más que hicimos el intento de saludarlo, nunca nos volteó a ver, estaba demasiado ocupado atendiendo su BlackBerry. De pronto vimos en la tarjetita que estaba frente a su lugar, que este joven tan absorto en sus correos era nada menos que el gobernador electo de Quintana Roo.

“Pável y yo quisimos hablar acerca de su estado. El joven mal educado no se dignaba a vernos.

“Llegó un momento en que me dirigí a él de una forma más personal y le dije: Qué privilegio ha de ser para usted, siendo tan joven, gobernar un estado igualmente joven… El joven mal educado continuaba sin dirigirnos no nada más la palabra, ni siquiera una mirada.

“Lo más llamativo era su actitud de junior prepotente, enemigo de los buenos modales y su indiferencia…

“En el momento en que se sirvió el postre, el joven mal educado se levantó súbitamente de la mesa y se fue sin despedirse”.

Ese fue el perfil de Borge y también su estilo de gobernar. En los cinco años que ha permanecido en el poder cambió, a lo sumo, su BlackBerry por un iPhone. Cercanos a él decían que uno de sus pasamientos era ordenar por celular publicaciones, con información manipulada y falsa, contra sus enemigos políticos. Él determinaba si se publicaban en la portada de los diarios con los que sustentó, mas no legitimó, su gobierno.

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Publicado por
Redacción Quintana Roo