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Un docente

Celebrar el Día del Maestro puede pasar como un día más de trabajo, las cosas han cambiado, tanto que hasta los festejos se han visto afectados. Pero ¿Por qué celebrar al maestro?
Se supone que el docente cumplía una de las funciones más relevantes en la formación del ser humano, y que después de los padres se convertía en el segundo de abordo para otorgar valores, principios y conocimientos.
Los tiempos se modifican y pareciera que una gran mayoría de los profesores se han quedado estancados, que la competencia con los medios digitales es tal que les resulta muy difícil obtener la atención de los chicos dentro del aula; muchos de ellos siguen la firme creencia de que la base es cubrir el programa establecido por la SEP, bajo el método tradicional, que llevar a cabo cuestionarios y hacer resúmenes es indispensable.
La escuela debería ser para todo profesor, el espacio de transformación de las estructuras mentales de la mayoría de sus alumnos, donde la crítica y el análisis a través de cuestionamientos, lecturas de comprensión y juegos visuales, les permita crecer y transformar su entorno a través de un entendimiento más profundo. Es la oportunidad que los maestros tienen para cambiar la realidad, que tal vez ellos ya no alcancen a ver, pero que podrán tener la satisfacción de haber contribuido.
La escuela implica un proceso constante de enseñanza-aprendizaje, en el que las Reformas puedan quedar al margen y la magia efectiva la lleva a cabo el maestro en comunión con sus alumnos.
Que en su día reflexionen acerca de su práctica docente y hagan los cambios necesarios para cautivar nuevamente al alumnado ávido de aventuras intelectuales. Felicidades a todos.

Publicado por
Redacción Quintana Roo