Pareciera que la frivolidad, que la falta de sensibilidad política y social del presidente municipal, Paul Carrillo de Cáceres, es un virus que está contagiando a todos en el Ayuntamiento Benito Juárez, hasta convertirse en una epidemia en el inmueble de la Tulum 5.

Y es que los siete homicidios registrados en esta ciudad durante la última semana no representan nada -repito: NADA- para el secretario del Ayuntamiento, Jorge Rodríguez Méndez , pues aclara que no existió “ningún caso relacionado con turistas”, lo que nos deja en claro que para el gobierno de Paul Carrillo, un homicidio solo es relevante si se trata un paseante, no de un ciudadano.

Según notas publicadas, dijo que las ejecuciones no representa peligro para ese gobierno, “y aquí no pasa nada”. En efecto, quizá ahí no ha pasado nada, pero desde hace casi tres años, y por eso la ciudadanía de Cancún se encuentra en el abandono, en la desprotección total.

Es preocupante y hasta desquiciante ver que en todos los puntos de la ciudad de Cancún (incluso en la zona hotelera, para informar a Rodríguez Méndez) aparecen cuerpos de personas asesinadas, y el alcalde Paul Carrillo, feliz en su eterna campaña de proselitismo, asumiendo una presidencia municipal de Chanel y terciopelo.

¿Por qué se niegan a llamar las cosas por su nombre, por qué esconder la realidad y empeñarse en querer vernos la cara de estúpidos de manera recurrente? Pónganse a trabajar!!!

Lo mismo sucedió hace casi un año, con múltiples asesinatos de mujeres y aún así hubo quienes saltaron argumentando que no se trataba de feminicidios.

Si un animal tiene cola de pato, plumas de pato, cuerpo de pato, camina como pato y grazna como pato…¡Pues es un pato, carajo!