La sociedad quintanarroense por su origen variopinto es transgresora de normas elementales. Ninguna reconstrucción ética y moral es posible si, elacatamiento a las disposiciones sociales y legales no lo cumplen ni su clase gobernante, ni su colectivo social y, con esto último me refiero a la pertenencia como ciudadano al grupo humano constituido en la esencia de una convivencia social común para la satisfacción de necesidades vitales mínimas que nos hace pertenecer a una sociedad organizada.
Los políticos en la actualidad tienen en común prometer a la sociedad: “Hacer y no robar”, promesa de buenos deseos que la ciudadanía en lo más profundo de su subjetividad sabe que no cumplirán. Leyendo a Santiago Kovadloff, tuve una digresión que, me hace reflexionar sobre la actualidad que vivimos, asociado con la administración de Carlos Joaquín “El Preciso”, que guste o no es el gobernador de todos los quintanarroenses. La realidad es que, la gestión del primer mandatario va por el camino correcto y, ha tenido la claridad de transparentar la magnitud de la crisis heredada.
Las decisiones en materia de gestión en estos casi nueve meses de parturienta administración; se han caracterizado, por la presión de conciliar las demandas que le hacen la inmediatez: el manejo de la sideral deuda heredada, la atención de reclamos y exigencias de los sectores vulnerables y del establishment que exige su cuota parte de poder. Por si esto fuera poco, también debe tratar de solucionar los errores e incapacidad de sus colaboradores, muchos de ellos: ética y moralmente incapacitados para estar en el gobierno “del Cambio” pero sí, en el “del Hueso”. Si, también sumamos. Lo de tener que pensar y repensar la estrategía para el diseño de políticas de estado perdurables y, así, erradicar el pasado reciente, todos entenderemos lo difícil de la tarea.
Pero, lo antes expuesto, tiene un nuevo aditamento desde el pasado fin, en que al Gobernador se le suma la urgencia del tiempo electoral en ciernes, para buscar consensos antes de la próxima elección y, elegi sus mejores aspirantes a cargos de elección popular.
Salir airoso en 2018 es fundamental para su proyecto político para reafirmar su liderazgo en la política de Quintana Roo. De no conseguirlo, quedará mal parado y, tendrá que negociar su permanencia en el poder desde una condición de debilidad inaceptable.