Desde muy temprana edad estoy relacionado con el pan, para ser exacto, desde los 8 años, ya que para ayudar a la familia, vendía pan hecho a mano y horneado a la leña, producido en la tradicional panadería de “Tio Mencho” y de casa en casa pasaba todos los días de lunes a sábado a entregar pan y así generaba ingresos extra.
Después de terminar la universidad como Licenciado en Administración, se me presentó una oportunidad de desarrollo profesional planeado a 6 meses, para ser gerente de sucursal de panificadoras la Hogaza del grupo Chedraui, lo que implicaba una inmersión total en el proceso de elaboración de pan y capacitación para llevar la administración del negocio.
En esta experiencia aprendí que existe una sustancia que ayuda en la mezcla de otras dos que normalmente son poco miscibles o difíciles de mezclar y se llama, EMULSIFICANTE, por ejemplo, el agua y aceite, que al añadir este emulsificante, se consigue formar una emulsión. Esta posibilidad de unir agua y aceite se da como consecuencia de que, el emulsionante tiene un extremo que atrae a la grasa y otro que convoca al agua.
En la elaboración del pan se usa un emulsificante natural que se encuentra en los huevos, para ser específico, en la yema del huevo, lo que hace posible que el agua y el aceite se dispersen casi completamente el uno en el otro, creando una emulsión estable, homogénea y fluida y como resultado, deliciosos pasteles, pan y repostería.
Lo anterior lo comparto motivado por un texto que leí, titulado “Agua y Aceite”, escrito por un ex alumno, Carlos Montalbán, en el cual hace referencia al Frente Amplio que, tanto el PAN como el PRD, han manifestado valorar con miras a la elección presidencial del 2018 y que algunos formulan la siguiente pregunta: ¿Se pueden mezclar el agua y el aceite?, asumiendo por supuesto que la respuesta seria un rotundo NO.
Si atendemos la explicación anterior, pero aplicada a la pregunta del texto de Carlos Montalbán, la respuesta seria un contundente SI, solo que harían falta muchos huevos y seguramente obtendremos un resultado tan exquisito y delicioso como lo es un pastel, que traducido al tema del frente amplio podría tener como resultado una agenda plural con visión de futuro, abrir la puerta a nuevas formas de gobierno con instituciones renovadas y funcionales, lograr una patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos.