VARIAS cosas quedaron de relieve en la reunión de gobernadores fronterizos de la Conago, que se llevó a cabo en Nuevo Laredo.
AHÍ estuvieron el independiente Jaime “El Bronco” Rodríguez, de Nuevo León; los panistas Francisco García Cabeza de Vaca, el anfitrión tamaulipeco; Francisco “Kiko” Vega, de Baja California; y Javier Corral, de Chihuahua. Por parte de la Conago acudió su actual presidente, el perredista Graco Ramírez.
SE EXTRAÑÓ a los priistas: Claudia Pavlovich, de Sonora; y Rubén Moreira, de Coahuila; que por alguna razón no llegaron.
UNA DE las preocupaciones que marcaron los mandatarios fue el efecto que tendrá la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, en el flujo de la migración fronteriza. De ahí que uno de los acuerdos fue exigir al gobierno federal la creación de un “Fondo de Fraternidad” que les ayude a enfrentar eventuales deportaciones masivas a lo largo de la frontera.
TAMBIÉN se vio que el horno de los gastos no está para bollos en estas épocas de protestas masivas contra el gasolinazo, por lo que, contrario a su costumbre, en esta ocasión no se vieron grandes comitivas acompañando a los gobernadores y la reunión lució más bien austera.
POR CIERTO que sólo faltan tres días para la toma de protesta de Donald Trump y, curiosamente, muchos en México agradecen que, ¡por fin!, haya llegado ese momento.
¿POR QUÉ? Porque al menos nuestro país ya tendrá claridad sobre las medidas concretas que tomará el nuevo presidente estadounidense en lo referente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte; la construcción del dichoso muro; y, claro, la deportación de paisanos.
SI EN ALGO coinciden los analistas es que México se vio sumamente afectado por la incertidumbre de la etapa de transición, alimentada por tuitazos incendiarios y nerviosismo generalizado.