No existirá la línea del tricolor, como algo inédito en esta elección en Quintana Roo, no será un gobernador emanado del PRI el que acaudille el proceso. Eso era casi una costumbre, aunque criticada y nunca entendida, que los mandatarios interfirieran a fondo en las elecciones. No faltan los desajustados, en la espera de querer obedecer una “línea del jefe”. Lo cierto es, que se viven tiempos políticos intensos y de ardua participación.

Se acabó el saqueo de gobierno que oprimía, que se le veía solo en las publicaciones, que el contacto con la población lo había olvidado. Lo mismo el trabajador del volante, el hotelero, empresario, médico, ama de casa, universitario y comerciante, coinciden en que a este gobierno, se le cree, porque saben que se acabó el saqueo, que el gobernador está poniendo a cada uno su sitio al aplicarse la legalidad y enfrentando los daños sin evasivas. Interesados se muestran los diferentes sectores, en ser vigías del desarrollo de la entidad. Eso no lo digo yo; me di el gusto de preguntar a muchos quintanarroenses.

Sintra hace su tarea, las instrucciones del gobernador Carlos Joaquín González son las de mejorar el transporte público de pasajeros, ya que debe ser seguro, ordenado y eficiente para la ciudadanía. Y en la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), Solidaridad, esas instrucciones se acatan a través de su delegado, Jesús Duarte Yam, quien ha manifestado públicamente, que la idea de los operativos de Sintra por las calles y avenidas de Solidaridad es que todas las unidades de transporte de pasajeros cumplan a cabalidad con cada uno de los requisitos mecánicos y de seguridad para beneficio de la ciudadanía.

Si ustedes no han ido, acudan a las instalaciones de esa delegación de transporte en Playa del Carmen, quedaron en el pasado la “negociaciones a puerta cerrada” y los privilegios que se daban para beneficio de unos cuantos.

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