Cual niño regañado que busca la caricia de su padre con la tarea bien hecha, el gobierno de Enrique Peña Nieto entrega a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera al de Estados Unidos, horas antes de la toma de posesión de Donald Trump, para ver si de esta manera se apiada de él, no de los mexicanos.
Ya son muchas las pruebas de servilismo de su mandatario federal hacia Estados Unidos y más concretamente hacia el enemigo número uno de los mexicanos (o quizá el dos, después del mismo Peña Nieto).
Con acciones como esta, Henry Monster ha dejado más que claro cuál será su política hacia el vecino país del norte, una vez que arribe Trump a la Casa Blanca, y éste será humillante, dejando al país como el patio trasero y en calidad de tapete.
Ahora entrega como trofeo al narcotraficante más buscado en todo el mundo, en los últimos años, como para que vea Trumpo que México obedece al pie de la letra sus instrucciones y colabora para que ya no salgan más dólares de Estados Unidos por concepto de narcotráfico, que eso es en realidad lo que preocupa a los gringos, pues jamás les ha interesado ni que su población se drogue y menos capturar a los narcos de su país.
Y para que vea que México que hay plena sumisión, Donald Trump ya tiene a su cuate, Luis Videgaray, a sus órdenes como canciller mexicano, y que conste que para eso fue perdonado por el mismo presidente Peña Nieto, quien lo rescató luego de haberlo corrido de su gabinete.
En fin, para este tipo de regalos sorpresa los mexicanos nos pintamos solos, tan es así que de una vez podemos asegurar que el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, será presentado ante la justicia momentos antes de las elecciones de 2018.
Al tiempo.