La masiva derrota que sufrió el PRI en las elecciones del pasado domingo 5 de junio, es considerada ya histórica para el partido tricolor, dependerá de ellos si esta derrota se considerara como la antesala de su potencial debacle en la presidencial del 2018 o simplemente se convierta en una derrota que prendió los focos rojos y permitió hacer una reingeniería dentro del partido para tomar nuevamente aire para las siguientes batallas electorales.
Lo cierto es que en términos cuantitativos el Partido Revolucionario Institucional, perdió en las elecciones pasadas el 54% del país, es decir una vez que asuman su cargo los hoy gobernadores electos, el PRI solo gobernara el 46% del territorio nacional, en resumen, los dirigidos por Manlio Fabio Beltrones solamente gobernaran 15 estados, su nivel mas bajo en los últimos 25 años.
En contra parte el PAN y el PRD tendrán en su poder 10 y 5 estados cada uno respectivamente, una cifra histórica para ambas fuerzas políticas.
Pero regresando al PRI, la situación es compleja, su líder, Manlio Fabio Beltrones, afirma que la derrota recibida en esta pasada elección, es algo que deberán estudiar, indagar que fue lo que paso.
Aquí el problema es que en la propia derrota aun quieran guardar apariencias, dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, Manlio Fabio Beltrones dice que van a estudiar lo sucedido, pero que van a estudiar? lo que deberían es limpiar el terreno desde el interior, ser más cuidadosos en elegir a sus gobernantes que fueron los principales precursores de la debacle priista en las pasadas elecciones, con gobernadores que vivían en una burbuja de la soberbia , que los mantenían alejados de las demandas ciudadanas.