¿Te imaginas agarrar un objeto que pasó por miles y miles de manos sin nunca lavarse? ¿Te imaginas cuántas enfermedades se acumulan en una superficie así? ¿Sabes que diariamente tocas estos objetos sin ninguna contemplación?
En efecto, todos los días tomamos e intercambiamos billetes y monedas. En promedio, un billete tiene una vida activa de 4 a 15 años y una moneda puede circular durante medio siglo. En todo este tiempo, jamás se sanitizan. Es por eso que no parece ocioso preguntarse qué tantas enfermedades se acumulan en el efectivo que comúnmente manejamos.
Un estudio hecho por la revista Gallup demostró que, en 2011, el 19% de los entrevistados en Estados Unidos admitía pagar todo en efectivo. Sólo cinco años después, ese promedio bajó al 10%. Eso quiere decir que, en el mundo, cada vez usamos menos dinero en efectivo.
A pesar de las evidencias crecientes en el uso de tarjetas, los billetes y las monedas están lejos de desaparecer, sobre todo en países como México. Es por eso que resulta interesante averiguar qué son los residuos de enfermedades, bacterias y toda clase de materiales encontrados en los billetes que circulan día a día.
En un artículo de la prestigiosa revista Scientific American, se demostró que el dinero en efectivo es un verdadero caldo de cultivo. El estudio encontró rastros de los siguientes componentes en un muestreo significativo:
En el mismo artículo, se calcula que al menos el 94% de los billetes de un dólar en Estados Unidos tienen algún tipo de bacteria. La experta Manolis Angelakis del grupo que investiga enfermedades infecciosas en la universidad del sur de Francia, Aix–Marseille explicó:
“Es mucho más probable que toques dinero y luego comida a que toques un tubo del metro o una perilla muy usada y luego comida”.
Al mismo tiempo, el artículo de Scientific American no asegura que haya una relación directa entre la suciedad del dinero y enfermedades registradas. Sin embargo, existen evidencias circunstanciales que señalan que ciertas enfermedades pueden transmitirse a través del contacto con efectivo; enfermedades como el norovirus, el rhinovirus y la influenza.
El consejo sería entonces el mismo consejo que deberíamos seguir siempre: hay que lavarse las manos con regularidad para evitar este común contacto con tanta porquería.