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Puntualidad, cortesía de reyes (segunda de dos partes)

La impuntualidad es un defecto que se arraiga en la falta de respeto. Llegar tarde a una cita, al trabajo, a una conferencia, a un concierto es una forma de despreciar a los demás. Lo más irritante que puede haber es tener una cita con alguien que de antemano sabes que te dejara esperando y sabiendo de antemano la retahíla de excusas: “Me quedé dormido”, “el tráfico”, “se atrasó la reunión anterior”, etc.
Algunos estudiosos del tema, como Harry Campos Cervera, médico y especialista en psiquiatría y psicoanalista, aseguran que hay causas fisiológicas que las personas impuntuales tienen, porque las alteraciones del lóbulo frontal del cerebro -donde radica la función de planificación de los actos- desorganizan las acciones y vuelven impuntual al sujeto. “Sale para una cita y por el camino se encuentra con un amigo que lo invita a tomar un café, y puede llegar a la cita atraso sin mayor problema para él.
En nuestra sociedad hay lugares y eventos donde la puntualidad se practica y otros eventos donde no, por ejemplo, en la universidad u otras escuelas, se respeta la hora de entrada este quien este, en una celebración religiosa se da inicio normalmente con puntualidad, una cita empresarial se inicia en tiempo y donde si hay que trabajar mucho es en eventos públicos como un concierto, eventos políticos, y citas entre amigos.
El tiempo es un recurso no renovable y por respeto a las demás personas es muy importante hacernos de hábitos de puntualidad donde con ejemplo contribuyamos a que se aproveche al máximo cada minuto de nuestra valiosa existencia. Te exhorto a que en tu próxima cita empieces a gozar de los beneficios de ser puntual.

Publicado por
Redacción Quintana Roo