JULIÁN PUENTE

Julián Puente Sánchez

¿Votar o no?

Aunque prácticamente todos los competidores son la misma cosa, no es lo mismo “casa y caza”. Es cierto que en estos tiempos electorales hay un hartazgo por los partidos políticos y servidores públicos, pero a lo que voy es a la discusión si vale la pena votar, si es mejor anular el voto o incluso si la abstención es hoy por hoy la postura política más correcta. Es verdad que un porcentaje alto considera que votar no sirve de mucho y creen que a pesar de hacerlo, nada cambiará.
Lo anterior es una concepción simplista y reduccionista, ya que estoy convencido de que ejercer todas las herramientas ciudadanas que estén a nuestro alcance SÍ hacen la diferencia y provocan, de manera paulatina, cambios y sinergias. Cuando me preguntan por qué votar, pienso inmediatamente 30 años atrás desde la primera reforma electoral, es una brecha de eternidad. Y dejar de votar, o anular, es echar por la borda todo eso.
Votar significa participar en la construcción de un país democrático, significa premiar al que ha ejercido el Gobierno de buena forma, o castigar al que no lo ha hecho. Votar significa alzar nuestra voz y también, elegir por un proyecto.
Podemos votar por quien creemos que tiene el mejor historial personal, la mejor propuesta puntual. Podemos votar por castigar a alguien que ha sido un mal funcionario, pero debe ser un voto pensado, reflexionado e informado.