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Preservación y economía (Primera de dos partes)

La preservación y el éxito económico, directamente proporcionales

Modos de producción han ocupado los sesos y los intestinos de la Humanidad y como parte de su evolución, ‘el ensayo y error’ le han obligado al cambio; ello y la síntesis que resulta del ensayo como principio Universal de la tercera ley de Newton; la antítesis subyacente, y la nueva síntesis: principio dialéctico.

La producción es siempre el resultado de una fórmula económica que considera la transformación de la materia prima y ésta, necesariamente tiene su origen en los llamados “recursos naturales”. No se trata de que en algún momento fueran abundantes, de hecho, nunca lo fueron; lo abundante fue la ignorancia y el precario, obtuso enfoque antropocéntrico que aún nos esclaviza.

Hoy hablamos de preservación porque existe la necesidad de no terminar con esos recursos, pues resulta más que evidente que dependemos como esclavos de ellos; la devastación se ha convertido en un problema de salud pública, de calentamiento global, de cada vez más potentes huracanes, de sequías. Para quienes son más conscientes, ‘el todo’ es un modelo frágil, pero aún para el más ignorante y mezquino, se está haciendo patente que devastar, es el camino más corto y sin escalas hacia la ruina económica; es decir, arrasar con manglares y contaminar el agua, están aniquilando al arrecife y sin arrecife, no hay Cancún, o Riviera Maya, ergo, consumismo ramplón.

Feudalismo, capitalismo, socialismo; todos ellos modos de producción basados en la explotación irracional de los recursos; la Revolución Industrial potencializó el caos ambiental y sus efectos, aún encienden las alarmas en todas las ciudades importantes del Orbe.
Buonanotte.

Publicado por
Redacción Quintana Roo