Así como se han señalado las torpezas del gobierno de Enrique Peña Nieto, y que estos errores han allanado el camino a Andrés López Obrador para que éste al fin arribe a la Presidencia de la República, la gestión de Carlos Joaquín González y sus secuaces del PAN y PRD han hecho todo lo posible para enterrar a estos dos partidos de manera definitiva en esta entidad.
Y es que ya no sólo se ve la decepción, el terrible desencanto que ha provocado un gobierno joaquinista que no ha cumplido con uno solo de sus compromisos de campaña, sino que además da rienda suelta a las trácalas en el Congreso.
A la par en que los medios afines y oficiales de Carlos Joaquín gastan todos sus espacios en atacar a mansalva las gestiones de Félix González y Roberto Borge, los neutros dan a conocer la ola de abusos que se cometen al interior del gobierno y sobre todo en la XV Legislatura, en manos del PAN y PRD.
Ahora resulta que la fracción panista en el Congreso tenía como aviador a Hassan Medina Rodríguez, nombrado el mes pasado titular de la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Poder Legislativo. La Iglesia en manos del Lutero
A esta ave de rapiña le asignaron un salario de casi 111 mil pesos a partir de enero de este año. Así es, mientras que el gobierno de Carlos Joaquín se pavonea de transparente y austero.
Pero eso no es todo, pues este personaje metió a su hijo, Hassan Medina Carrillo, como asistente del diputado panista Jesús Zetina Tejero, gozando así de su compadrazgo ni más ni menos que con el nuero Rey Midas, Eduardo Martínez Arcila.
A usted, amable lector, que esperaba que las cosas en la entidad cambiarían, le tengo una mala noticia: La situación no sólo no cambió…empeoró.