Suegras, cuñadas y comadres…Dicen que “para tercos, tercos y medio”, y en el caso del pleito casado entre la CNTE y el gobierno de Enrique Peña Nieto, ya no sé cuál es más necio, ni a cuál de los dos le importa menos la afectación que le causan a miles de niños que así ven cómo pasa su vida fuera de las aulas, sin educación.
Y es que en respuesta a que las autoridades federales advirtieron que no habría diálogo con los profesores que faltaran a clases este lunes 22 de agosto, menos del 50 por ciento de las escuelas abrieron en los estados de Oaxaca y Chiapas, mientras que en la Ciudad de México estuvieron cerradas 11 escuelas, según la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La dependencia federal informó en un comunicado que en Oaxaca iniciaron normalmente el ciclo 47 por ciento de las escuelas y en Chiapas 42 por ciento. Mientras que en la Ciudad de México trabajaron normalmente 1 mil 311 escuelas; 11 estuvieron cerradas.
En el caso de Guerrero, 99 por ciento de las escuelas abrieron normalmente en todas las regiones del estado.
La SEP precisó que los maestros que faltaron serán sancionados con un descuento a su salario, pese a que sus medidas poco le importan a los docentes.
El presidente Enrique Peña Nieto dijo que “no habrá más diálogo si antes no garantizamos que los niños puedan recibir educación en las aulas que hoy están cerradas”.
Jamás se podrá llegar a una negociación si impera la cerrazón. Alguien debe de ceder, en alguna de las dos partes debe caber la prudencia. Creo que es hora de que el mismo gobierno le baje dos rayitas y se siente a dialogar, antes de que la sangre llegue al río.