Categorías: Sin Categoría

Nuestras playas

Hace más de veinte años, caminar por cualquier playa de nuestra zona norte era un verdadero privilegio, y aún más antes del huracán “Gilberto”, después de su paso las playas empezaron un proceso de degradación que se ha venido fortaleciendo con los años, entre el cambio climático, la construcción excesiva de hoteles y el propio daño de nosotros como seres humanos.
Hoy las famosas certificaciones, obligan a que los gobiernos pongan énfasis en la sustentabilidad ecológica de la playa, para entonces poder acceder a un dinero y verse beneficiados.
Lo interesante es que sí existe un deterioro de nuestras playas, que el gobierno no parece estar observando; que piensan que al abrir más hoteles y consorcios paradisíacos, éstos se hacen responsables de limpiar playas y aún dentro del mar, el alga que ahora hace presencia en todo momento pero, dejan al abandono aquéllas playas públicas.
Hace poco visité Puerto Morelos, la playa pública que se encuentra hacia la Marina El Cid, sinceramente un desastre: basura, piedras y desechos propios de la construcción, exceso de rocas, algas llegando constantemente; esa playa era una de las más bellas hace más de quince años, hoy es una lástima.
Estamos muy atentos de los enredos de política, de su corrupción y de la falta de justicia y poco exigimos con certeza del cuidado de lo que les deja de comer a cientos de ciudadanos: la supuesta belleza de nuestras playas. Hace unos años había un comercial que invitaba a la reflexión del cuidado de las mismas a través del canto de grillos en una ciudad desierta; hoy nos encontramos en un momento crucial, pues de no ponerse manos a la obra en el verdadero rescate de nuestras costas, los grillos de la naturaleza, nos invadirán convirtiéndose en algo insostenible.

Publicado por
Redacción Quintana Roo