Suegras, cuñadas y comadres. La cosa se está poniendo color de hormiga en este país, y no tanto por el aumento a las gasolinas, digamos que el llamado “gasolinazo” fue la gota que derramó el vaso después de tantas mentiras, muertes, abusos y saqueo por parte de un gobierno carente de credibilidad, de apoyo y de utilidad para los mexicanos.
Nuevamente ciudadanos, transportistas y otros grupos civiles han salido a marchar en al menos 13 estados y la Ciudad de México en contra del gobierno peñista.
Los mensajes públicos del Presidente Enrique Peña Nieto esta semana no parecen haber calado en la población. Ayer sumaron 10 días de manifestaciones en contra del alza a los combustibles que se han replicado en casi todas las entidades del país. El aumento de entre el 14 y el 20 por ciento a las gasolinas Magna y Premium, así como al Diésel provocó una ola de protestas: desde tomas de casetas y gasolineras, hasta bloqueos de carreteras y marchas.
Además de en la Ciudad de México, se escucharon consignas como “No + gasolinazos” o “¡Fuera Peña!” en las manifestaciones que se celebraron en el Estado de México, Chiapas, Jalisco, Puebla, Guerrero, Baja California, San Luis Potosí, Guanajuato, Sonora, Tabasco, Michoacán, Sinaloa, Quintana Roo y Nuevo León.
En el marco de las movilizaciones se han registrado actos vandálicos, como el saqueo de diversas tiendas y plazas comerciales principalmente en el Estado de México, la Ciudad de México, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Nuevo León, por parte de ciudadanos enardecidos.
Los disturbios han dejado al menos seis muertos y más de mil 500 detenidos. Ayer se registraron más saqueos en algunos puntos, pero con menor intensidad.
Y así como en la capital del país, en diversos estados la gente está reaccionado en una ola que –o mejor dicho, un tsunami- que difícilmente podrán detener.
Todo esto se veía venir, pero la soberbia no los deja ver.
¡Fuera Peña!