Nuestra sociedad continua en procesos de cambio y hoy los juguetes ya no deben representarnos a una sociedad de hace 20 años y donde ya no es verdad que las mujeres viven solo encerradas en casa sin tener otra ocupación profesional que desarrollar y ni que nosotros los hombres no podamos cambiar pañales o darles de comer a nuestros hijos por considerar que esas labores no nos corresponden.
Considero que el amor hacia un hijo se debe demostrar a través de las caricias, las enseñanzas y los cuidados que le demos cada día, pero sobre todo dejándolo ser y en aceptarlo tal y cual es, permitiéndole a que tome sus propias elecciones con libertad y eso sí, acompañándolo siempre en estas mismas.-
Afortunadamente con la reforma constitucional de los derechos humanos y el avance en la conquista de nuestras libertades, los estereotipos de que las niñas solo juegan con muñecas y los niños con carritos, hoy ha perdido toda credibilidad, y aunque persiste entre los géneros una marcada diferencia, debemos evitar que la perspectiva de género continúe coadyuvando en Quintana roo a más violencias hacia las mujeres que desencadenan en feminicidios. Estará de acuerdo entonces que habrá de pensar dos veces y hacer un lado nuestros prejuicios antes de comprar juguetes sexistas, ya que se evitaría seguir reproduciendo estereotipos de una sociedad patriarcal, machista que solo construye desigualdades entre hombres y mujeres y donde los roles de género específicos al hombre y a la mujer no podrían estar tan marcados en nuestras familias.
Que no nos impresione entonces si vemos a nuestras hijas divirtiéndose con juguetes para hombres imitando el género masculino, y ni tampoco alarmarnos si viéramos a nuestros hijos varones desvestir y peinar a muñecas u hornear pasteles o jugar a la comidita como todo un amo de casa, al contrario pensemos que estas diferencias los ayudaran a llevar a experimentar, explorar y aprender a socializar un mundo de igualdades y de no violencia donde dejarían de reproducir patrones impuestos de una sociedad construida y donde su libertad de elegir se potencializaría al igual que su imaginación y la enseñanza de los valores de la igualdad y la libertad.
Que no importe entonces lo que puedan decir esta noche lo que hayamos elegido para ellos esta navidad o lo que les regalaremos en reyes, piensen que su obsequio será referente de su infancia y con ello evitaran que sigan planteándose graves diferencias que no los llevan a nada y si, a una discriminación y a odios irracionales.