“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”
Winston Churchill / @IrmaRibbon

Actualmente los partidos políticos están siendo muy cuestionados por la opinión pública y se hace muy poco para encontrar las causas de las catástrofes y resolver los problemas porque se entretienen en los problemas electorales del momento y no ven con luces largas, no piensan en qué es lo que más conviene al estado y qué sería lo mejor para la mayoría de los ciudadanos.
La Pureza e Inmaculada misión del Movimiento de Regeneración Nacional, cual secta fanática y fundamentalista mantiene una tesis básica en su interacción social y su participación política, si algún militante de MORENA es descubierto, denunciado o procesado por algún acto de corrupción, el Partido y Movimiento no se mancha por la conducta escandalosamente corrupta de esta persona así sea un cercano, operador u amigo personal del Mesías AMLO, si acaso demuestra esta persona una debilidad de carácter, un pequeño desliz que le es perdonado sin más, (ahí tiene usted ejemplos en los Bejarano, Ponce o incluso los Monreal) y después para cubrir este asunto apelan “al complot, a la conspiración de la Mafia del Poder” pensando que el mexicano es un ser humano bárbaro, un ignorante o un habitante de la edad media época del oscurantismo.
El mexicano está jodido eso nadie lo discute, nuestra clase política aunque no toda si en su gran mayoría es ajena a ello, pero aún hay libertades en este país, libertades que se encadenarán al destino de un MESÍAS y si alguien que lee esto duda de lo escrito aquí, pues ahí están los ejemplos de Sudamérica a la mano.
Desear que le vaya mal a México que este hermoso país se derrumbe o sufra una catástrofe apocalíptica con tal de acceder al poder, habla de una insana manera de hacer política, de una manipulación, de una realidad en favor del interés político más bizarro.
El ciudadano mexicano es como un cerillo, únicamente cuando algo le molesta se encienda, pero pasa el impacto, se apaga, con la mentalidad de que si no le afecta a él, no le interesa lo demás, cuando el interés colectivo es lo que le debe preocupa.