Eduardo Ovando Martínez se frota las manos en espera de ser aceptado oficialmente en Morena, con la finalidad de llevarse con él a sus allegados borgistas y felixistas, para que estos operen en las zonas más marginadas del estado a partir del mes de julio con los recursos que envíe ese instituto político nacional.
El ex senador bien ha sabido comercializar la red de ‘’Amigos de Ovando’’ para las campañas políticas, como la que realizó para Félix González Canto, la cual le valió quedarse con la Secretaría de Gobierno, así como brindarle espacios para sus familiares y amigos cercanos.
Ovando ha sabido venderse muy bien ante la dirigencia nacional de Morena, pero la realidad es que sus otrora poderosas “redes” hace ya unos cuantos años que no operan como en sus mejores tiempos. Actualmente el político vive de la gana que creó en sus años mozos… y se cotiza en base a ello.
En tanto, el líder estatal de Morena, José Luis Pech, ve con buenos ojos la destreza política de Ovando Martínez para fortalecer al partido de cara a la elección presidencial del 2018, y por lo visto poco le importa al principal simpatizante de ‘’El Peje’’ que la moneda de cambio que el chetumaleño ofrece al llevarse toda su estructura a dicho instituto político esté conformada por borgistas y felixistas, por lo que estos intentan a todas luces disfrazarse de morenos. Pese a esto hay militancia que dice que los altos cargos de elección popular de Morena no serán dados a oportunistas que tienen malos antecedentes, además de que son muchos los militantes de base que exigen ser tomados en cuenta y ven a todos los recién llegados como oportunistas de la política.
De concretarse la inscripción oficial de Ovando Martínez en dicho partido, el más raspado sería el PRI en Quintana Roo, que encabeza Raymundo King de la Rosa, quien en su cerrazón se ha negado a doblar las manos y dejar la dirigencia y ha provocado una desbandada que pone en evidente peligro la permanencia del tricolor como gobierno en
varios municipios.
el exsenador militó en el PRI más de cuatro décadas y en ese tiempo se hizo de un grupo de seguidores que siempre ha ofrecido al mejor postor. Habrá que esperar este próximo 2 de julio, día que llega López Obrador a Quintana Roo, para saber cuál es el recibimiento que tendrá Ovando y ver si su fortaleza en número de seguidores es la misma que en sus mejores tiempos.