La luz eléctrica es una necesidad básica del ser humano.
Para satisfacer esa demanda de luz es necesario producir mucha energía que contamina al medioambiente.
¿QUÉ ES?
La iluminación LED (Light Emitting Diode, por sus siglas en inglés), consiste en un diodo semiconductor que emite luz al ser alcanzado por una corriente eléctrica, efecto conocido como electroluminiscencia.
Aunque esta tecnología existe desde los años 60, hasta ahora está ganando tracción en el mercado debido a los grandes beneficios ambientales que tiene.
VENTAJAS
Uno de los mayores beneficios de la iluminación LED es ser una alternativa ecológica, ya que produce menos emisiones de CO2 y no contiene sustancias peligrosas, como mercurio y otros metales pesados que son perjudiciales para el ecosistema y la salud, cumpliendo con las normativas CE y ROHS (Restriction of Hazardous Substances).
La tecnología LED no emite rayos ultravioletas ni infrarrojos, no dañan las células del cuerpo ni son cancerígenas.
Mientras que la vida util de las luces convencionales es de mil horas, una bombilla LED puede durar hasta 30 veces más que una fluorescente y tres veces más que una de bajo consumo.
Esto significa que reemplazar la iluminación en tu hogar por LEDs puede durar en promedio entre 30 mil y 50 mil horas.
Su luz se esparce de forma direccionada consiguiendo una luminosidad equilibrada, por lo que son ideales para monitores y pantallas.
Además, como tienen una mayor resistencia, las bombillas LED soportan fácilmente los cambios térmicos, las vibraciones, los golpes accidentales y hasta las oscilaciones en el flujo de electricidad de un lugar.
También impiden que las luces se quemen fácilmente y no sé ocasionen daños por el más mínimo golpe.
DESVENTAJAS
A pesar de los múltiples beneficios de la iluminación LED, todavía hay muchos avances que realizar.
Si bien estas generan menos calor que las luces convencionales, es necesario tener un buen sistema de refrigeración o ventilación para disipar las altas temperaturas que puedan alcanzar al dispositivo, ya que a partir de 65ºC la luz se estropea y deja de funcionar.
Igualmente, debido a que el direccionamiento de los LEDs es focalizado, no son una buena alternativa si se quiere iluminar grandes espacios o lugares abiertos, algo que si logran las luces convencionales, en las cuales su direccionamiento es disperso y la luz se dirige cubre toda un área.
Debido a sus elevados precios, las personas prefieren seguir usando luces convencionales.
Para artefactos que necesitan de gran potencia, a partir de 100W, existen alternativas más económicas de inducción magnética.
Aunque al principio la inversión de adquirir iluminación LED puede ser más elevada que en los sistemas convencionales, a largo plazo los beneficios son superiores, haciendo que las personas prefieran escoger esta tecnología ecológica y amigable.
REDACCIÓN / QUINTANA ROO HOY