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Los medios para otros fines

Con el candor de una inocencia fingida ven en el clamor que los señala la pura manía de una venganza injustificada que no se merecen. De pena ajena.

No se que es más insultante, si la soez forma en que expresaron sin tregua su mercenariato disfrazado de periodismo o la camaleónica pretensión de fingir demencia, atentando contra la inteligencia que no es la suya. Llamarles lisonjeros sería una complacencia.  Plumasprontas les he dicho, una y otra vez, cada que he considerado necesario referirlos o contradecirlos.

En su estilo pastoso de entender la vida, para estos personajes los medios justifican sus fines. Sin molestarse en cuidar las formas y la civilidad, usan y abusan de los medios de comunicación a su alcance para los fines propios y los de quienes les pagan.

Alguna vez los medios de comunicación dependieron de las aportaciones de sus lectores y después evolucionaron hacia la contratación de publicidad (publica y privada) manteniendo la independencia de la línea editorial. Hoy el paquete es completo. Y como el que paga manda, entonces la expresión ha pasado a ser una mercancía como cualquier otra. Mera propaganda. No hay libertad de prensa sino prensa condicionada, para decirlo de buena manera.

Nada más falta que estos especímenes quieran ahora convertirse en los obedientes voceros de aquellos que fueron víctima y objeto de sus insultos y sus diatribas. El clamor público objeta.

No me estoy sumando a ninguna campaña orquestada por alguien contra nadie. Ignoro si existe. Simplemente reitero un sentir, pensar y desear que hoy es colectivo: también en los medios informativos, públicos y privados, las cosas tienen que cambiar.

Publicado por
Redacción Quintana Roo