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Lenta agonía del centro

Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo

Desde la década de 90, la reactivación del centro de la ciudad ha sido una bandera que han enarbolado todas y cada una de las administraciones municipales que han desfilado por el palacio municipal. Todas han fracasado.

Los datos son duros y contundentes. Hasta antes del auge del todo incluido en Cancún, el centro de la ciudad generaba 6,500 empleos directos y albergaba unos 12 mil establecimientos comerciales de diversos giros. Hoy la realidad es muy distinta, con cientos de locales abandonados, con una actividad turística prácticamente inexistente y una actividad comercial en franco declive.

Datos del Comité de Reactivación del Centro revelan que tan sólo en la avenida Tulum –principal vía de acceso a la ciudad y otrora atractivo turístico que rivalizaba con el bulevar Kukulcán de la zona de playas– han cerrado 50% de los establecimientos comerciales, mientras que otros tantos apenas sobreviven con la actividad que genera la población local.

Inversión que no llega

El plan maestro de Cancún, concebido en los años 70 por Infratur (Fondo para la Promoción de la Infraestructura Turística), hoy Fonatur, proyectó una ciudad de apoyo para la zona hotelera de no más de 30,000 habitantes, que abarcaba lo que hoy son las cuatro supermanzanas que comprenden la zona centro. Es así que hasta antes de 2014, los usos de suelo en la zona centro eran en su gran mayoría habitacionales, y ello, en opinión del empresario restaurantero Manuel García Jurado, era uno de los principales impedimentos para la inversión en esa zona.

Los cambios al Plan de Desarrollo Urbano aprobados en 2014 modificaron esa situación, por lo que hoy los usos de suelo ya permiten inversiones de diversos giros en el primer cuadro. Sin embargo, la inversión y diversificación del centro no ha llegado. “La mayoría de negocios siguen siendo farmacias y casas de empeño”.

Pero García Jurado reconoce que la decadencia de la zona centro no se debe solamente a esta situación. Hoy Cancún es una ciudad con más de 150 centros comerciales, sin contar la zona de playas que es, en sí misma, un atractivo no sólo para el turista foráneo sino para los habitantes locales que optan por acudir a espacios de recreo más seguros, climatizados y con diversas opciones que la zona centro dejó de ofrecer hace mucho tiempo.

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Algo de historia

Los intentos por dotar de un renovado atractivo al primer cuadro se remontan al trienio de Rafael Lara (1996-1999), quien al encabezar la administración municipal da impulso a la creación del Comité de Reactivación del Centro, que incluyó a representantes de cámaras empresariales y funcionarios de las direcciones municipales de Obras Pública y Desarrollo Urbano. En esa administración se destinaron los primeros 10 millones de pesos para el remozamiento del parque de Las Palapas y la transformación de la cerrada de Tulipanes en un andador para restaurantes con mesas al aire libre.

La siguiente presidente municipal, Magaly Achach (1999-2002), impulsó la creación del Instituto Municipal de Planeación (Implan) a partir del cual se delineó lo que a la postre se conoció como el proyecto Renacimiento 2000, que planteaba la remodelación de la avenida Tulum y la prohibición de que el transporte urbano transitase por las calles laterales.
También preveía el rescate del Teatro de Cancún, con inversión pública y privada así como el rescate de otras áreas públicas, sin embargo, llegó el cambio de administración y las obras quedaron inconclusas. En total, sólo se lograron invertir 12 millones de pesos en la primera etapa.

Ignacio García Zalvidea (2002-2005), el siguiente presidente municipal, quien no le dio continuidad al proyecto. Durante esos tres años no se realizó ninguna obra de rescate de la zona centro.

Fue hasta el trienio de Francisco Alor Quezada (2005-2008) que se retomó la iniciativa y se echó a andar un nuevo proyecto de remodelación del Parque de Las Palapas para el que se invirtieron 12 millones de pesos, además de otros planes, como la creación de la Policía de Barrio, rescate de parques públicos, y mantenimiento a infraestructura de servicios, como agua potable y alumbrado.

Ese trienio coincidió con el embate del huracán Wilma, que destruyó la ciudad y reorientó las prioridades de gobierno hacia obras más urgentes.

En el periodo de gobierno (2008-2011) con Greg Sánchez a la cabeza, la decadencia de la zona centro se agudizó con el cierre de los principales mercados de artesanías y la disminución crítica en la actividad comercial.

García Jurado asegura que de unos 1,200 establecimientos comerciales de todo tipo que existían en 2008 en las cuatro supermanzanas que componen el primer cuadro (1, 2, 23, y 28), a la fecha por lo menos 400 de ellos han cerrado sus puertas, aunado a la gran cantidad de casas abandonadas.

La situación actual

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Uno de los proyectos más ambiciosos para revitalizar el centro de la ciudad se dio durante la actual administración de Paul Carrillo de Cáceres, con más de 75 millones de pesos en la remodelación de la avenida Tulum, pero siguen sin generar el resultado deseado.

Luego de más de 20 años persiguiendo ese objetivo, García Jurado admite que la reactivación económica del centro de Cancún sigue sin poder consolidarse pese a los millones de pesos invertidos.

“No se ha logrado la reactivación, faltan muchos asuntos pendientes, pues no hay estacionamiento, lo cual hace muy difícil visitar el centro tanto para realizar trámites en oficinas de gobierno como para acudir por diversión.

“Tampoco se ha dado la reforestación de la avenida Tulum, en la cual se talaron varias decenas de árboles para la remodelación de las aceras con la promesa de reforestarla una vez que estuvieran concluidos los trabajos, sin embargo, esto tampoco se ha logrado. Caminar esa avenida con el clima de Cancún y sin ninguna sombra que te dé refugio es un suplicio”, asegura el empresario.

Publicado por
Redacción Quintana Roo