El gobernador Carlos Joaquín declaró, con toda intencionalidad, que Remberto Estrada no cumple con los acuerdos en materia de seguridad.
Como respuesta, el presidente municipal imberbe mandó publicar una fotografía con Miguel Osorio Chong.
Juego perverso donde Estrada ya perdió.
Carlos Joaquín asegura que esta conducta, contra acuerdos en los que participaron todas las instituciones nacionales de seguridad, puede “comenzar a provocar algún tipo de problemática”.
En realidad es muy generoso.
La necedad, y los intereses peligrosos que tiene Remberto ya provocaron todo tipo de problemas. Baste decir que al día de hoy, jueves 9 de junio, van 59 ejecutados en el año en Cancún.
Cifra que rebasa cualquier calculo pesimista. Y que se refleja ya en la afluencia de turismo. Porque Cancún se está convirtiendo en un sitio inseguro. Y la gente, los turistas, los viajeros, no quieren ir a donde corren peligro. Esto es una ecuación que no puede discutirse.
Las barrabasadas de Remberto en materia de seguridad comenzaron con el nombramiento, primer día de su gobierno, de Jonathan Yong como “encargado del despacho”. Esto porque no pudo, nunca, pasar los exámenes de confianza. O sea, de entrada, puso al menos calificado.
Y vaya que no pudo con el paquete.
O, si queremos pensar mal, que junto con su jefe Remberto, pudo entregarlo a criminales. Ya está siendo investigado por ello. Una nota a principios de este mes en el diario Milenio dice que la SEIDO, es decir la subprocuraduría que ve el crimen organizado, lo está investigando por entregar Cancún al Cartel Jalisco Nueva Generación.
La pregunta, que no se hace en voz alta el gobernador Joaquín, sería si esto era de común acuerdo con Remberto. Si hay algún tipo de interés común… Preguntas que permanecen. Porque para ser un asunto de Ego… ya van muchos muertos. Muertos que tendrían que hacerle entender al ahijado del Niño Verde que va por muy mal camino.
Luego vino el nombramiento de Julián Leyzaola, que es fuertemente cuestionado por organizaciones de derechos humanos. Así como por la CNDH. Pero, todavía peor, que desde el mismo día en que se anunció su nombramiento como “Asesor Operativo” él mismo aclaró que sus intereses están en Tijuana y que no vendría a vivir a Quintana Roo.
¿En manos de quién está la inseguridad de Cancún?
No cumplir acuerdos de seguridad que se tomaron al más alto nivel puede, hay que estar pendientes, despertar muchas dudas. ¿Es por necedad, por ego, o porque tiene nexos criminales, tiene compromisos que debe cumplir?
Carlos Joaquín dijo, en referencia a Remberto, con todas sus letras que la seguridad y el combate a la delincuencia no es tema de egos. Y qué tal que fuese peor, que ni siquiera fuese por ego o necedad o falta de inteligencia sino por compromiso criminal.
¿Cuántos muertos más harán mirar al Centro, a todas las instituciones de seguridad, hacía el escritorio de Remberto Estrada? ¿Puede el gobierno de la República permitir que se pierdan las divisas que entran por concepto de turismo a través de Quintana Roo, de Cancún?
En verdad, no hay explicación para ir contra todas las instituciones, no solamente la de un gobernador que, en verdad, se ha mostrado muy paciente.