Suegras, cuñadas y comadres. Total que en este país hay muchos que creen que vale para pura madre lo que diga y lo que quiera la gente.
Ha quedado más que claro que la población del nuevo municipio de Puerto Morelos no quiere nada con Aguakan y prefiere hacer el contrato con CAPA debido al pésimo servicio de la empresa privada, y ésta sigue aferrada en mantener su monopolio.
Y es que resulta que desde el año 1994, Aguakán brinda el servicio de agua potable al municipio Benito Juárez, de acuerdo al añejo contrato, recientemente revalidado por el borgista Paul Carillo.
Sin embargo, esta empresa concesionaria se niega a entender que Puerto Morelos ya no pertenece a Benito Juárez, que Puerto Morelos es un municipio autónomo y que Puerto Morelos y su gente deben decidir, como ya lo hizo, si continúa con Aguakán o no, y optó por el no.
La misma presidenta municipal, Laura Fernández Piña, cumplió así, luego escuchar a la sociedad puertomorelense. “No aceptaremos compromisos de facto y este municipio se deslinda de Aguakan”, dijo en su toma de posesión en septiembre pasado.
De hecho, esta fue una de las frases que la gente más aplaudió, por lo que no queda otra opción más que obedecer la voluntad de la sociedad y la decisión de la máxima autoridad del onceavo municipio.
Y por más que Aguakán se defienda e interponga juicios de amparo para obligar a la gente a comprar su servicio, se sabe que el próximo 16 de febrero quedará constituida una empresa filial de CAPA que brindará el servicio en Puerto Morelos.
Bien por la alcaldesa Laura Fernández, al saber escuchar y operar a favor de la gente, y más vale que Aguakan no se ande por las ramas, principalmente por el interés de Playa del Carmen en también darle aire.