México.- La hipertensión arterial es una de las causas más frecuentes de infartos al miocardio y a los accidentes cerebro-vasculares. La hipertensión puede ser evitada o controlada si se adoptan hábitos saludables, entre ellas una mejor alimentación.
La hipertensión está estrechamente relacionado a los hábitos de alimentación, entre ellos el excesivo consumo de sal, elemento que con frecuencia está presente en comidas procesadas y pasa desapercibida la gran cantidad en que la población lo ingiere.
Sin embargo, justamente en la alimentación balanceada se tiene una de las principales armas para regular el nivel de presión arterial y mantenerlo dentro de parámetros normales.
“La terapia nutricional es el elemento más importante en el tratamiento no farmacológico de los pacientes con hipertensión arterial. Aunada al ejercicio, estas son las primeras intervenciones que se requieren para controlar la enfermedad”, apuntó la nutrióloga de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Sigrid Pimentel Martín.
La especialista en Nutrición refirió que actualmente existen diversas investigaciones que demuestran que el consumir una dieta rica en potasio disminuye el riesgo de presentar presión arterial elevada.
“En algunos estudios se ha encontrado una reducción del 60 por ciento del riesgo de ataque cardiaco en individuos que consumían un gramo de potasio al día en forma de suplemento, en comparación con quienes no lo hacían”, precisó la funcionaria, tras agregar que el potasio es un mineral que ayuda a balancear los líquidos y minerales en el cuerpo. Además, el potasio facilita las contracciones musculares y la función adecuada de los nervios.
“La recomendación es consumir el potasio de una fuente natural, lo encuentras en la mayoría de las frutas y verduras. Por ejemplo, consumir dos jitomates y una ración de espinacas proporciona un gramo de potasio al día”, subrayó Pimentel Martín.
Mediante el consumo y la combinación de verduras y frutas, se puede obtener una adecuada ingesta de potasio.
A nivel mundial la hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, frecuentemente asociado al sobrepeso y obesidad. Afecta a casi mil millones de personas en el mundo. Su falta de control puede provocar infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares, se estima que la hipertensión es la causa por la que mueren anualmente nueve millones de personas.
En México, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ocupa el primer lugar entre la población económicamente activa. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT), la prevalencia de hipertensión arterial en México fue de 31.5 por ciento, siendo más alta en adultos con obesidad (42.3 por ciento) y en adultos con diabetes (65.6 por ciento).