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La legalidad

Hablar de legalidad es establecer que una serie de normas se han aceptado por un grupo social para cumplirse en lo que respecta a sus derechos y obligaciones como tal, cada sociedad establece las que a sus intereses les parecen convenientes, dentro de los lineamientos a establecerse se prefiere que sean por el llamado bien común, donde no haya afectación a terceros y que procuren el orden social.
Sin embargo, podemos encontrar variantes de una misma cuestión legal dentro de una colectividad, ya que dependiendo de las necesidades reales o creadas, se hace patente modificar; tal es el caso de los denominados “huachicoleros”, quienes llevan décadas chupando las ubres del hidrocarburo que se suponía pertenecía a todos los mexicanos; ahora ellos se defienden aclarando que esa actividad es válida ya que al ser un bien de la nación, les pertenece y pueden tomar de ello.
Las ganancias son exorbitantes y obviamente están coludidos políticos así como personal del propio Pemex; han legalizado su estilo de modus vivendi a partir de un modus operandi, donde la sociedad misma está involucrada considerando a esta banda de saqueadores, los buenos de la escena defendiéndoles de la otra legalidad que les intenta detener; el laberinto está denso: por un lado los políticos hacen negocios turbios con cara de legalidad aceptada sin existir poder humano que pueda echarles el guante; por el otro, la sociedad en su hartazgo intuye que la legalidad no es tan legal y entonces se arrima a la nueva legalidad-ilegal con la esperanza de obtener beneficios aun cuando fuere de forma indirecta.
¿Quién tiene la razón? Ciertamente vivimos en un país lleno de diversas legalidades.

Publicado por
Redacción Quintana Roo