Inician hoy los trabajos del Tianguis Turístico de México en Acapulco y la pregunta obligada es: ¿Con qué cara se presentará la delegación de Quintana Roo, ante la incontenible ola de violencia en la entidad?
No imagino la forma en que los directores de los tres fideicomisos de promoción, acompañados de la Secretaria de Turismo del Estado, Marisol Venegas y de otros funcionarios se sentarán con los mayoristas para intentar convencerlos que Quintana Roo es un destino seguro.
Está claro que no hay peor imagen para una ciudad turística que la inseguridad. Esa es la peor carta de presentación que tendrá esta administración estatal en lo que será su primera excursión en el Tianguis Turístico de México.
Los crímenes que se han cometido en la entidad han sido noticias que recorren el mundo, dada la relevancia de sus destinos turísticos, a tal grado que “Cancún” sigue siendo la marca más importante del país a nivel internacional.
Sólo esperamos que la delegación de Quintana Roo evite la ociosa comparación del “estamos mal, sí, pero Acapulco está peor”, porque en nada abonará a la imagen del destino y sí afectará al anfitrión.
Quizá el gobernador debe aprovechar el escaparate para hablar claro y firme con las autoridades federales, incluido el presidente Enrique Peña Nieto, para solicitar una intervención decisiva de la federación y hacer frente a la delincuencia en esta entidad.
Es hora de hacer ver la peligrosidad de las bandas que hoy operan en Quintana Roo y el daño que pueden generar a la economía local y a la nacional, siendo la actividad turística el sector productivo más importante en estos momentos para México.
La delegación de Q. Roo no puede llegar al Tianguis con una actitud triunfalista.