Escandalosa resulta sin duda la cifra de 7 mil millones de pesos que, según el mismo gobernador Carlos Joaquín González, fue lo que prestaron las instituciones bancarias a Quintana Roo durante la gestión de Félix González Canto.
Ahora sólo falta saber, ya que no lo precisó el mandatario estatal, si aún procede una demanda contra el hoy senador de la República, y no se la “pelan”, como lo ha expresado el mismo González Canto, basado en que sus cuentas ya fueron aprobadas hace muchos años.
Cierto es que ese dinero que pasó al endeudamiento de los quintanarroenses durante el último año de la administración felixista, no se ve en obra pública alguna, por el hecho de que no existe, y más bien se debe tomar en cuenta que gran parte de este dinero seguramente fue utilizado en campañas, para posicionar a Roberto Borge, un pésimo candidato del PRI, y en especial, el haber truncado la candidatura del entonces perredista, Gregorio Sánchez Martínez, para enviarlo a prisión, lo cual debió ser muy costoso.
La información del gobernador Carlos Joaquín resulta incompleta, pues debe dar a conocer no sólo que se va a investigar, sino que debió aclarar si procede o no una denuncia en contra del senador (independientemente de su fuero) y de ser así, si está dispuesto a demandarlo por tan enorme desfalco.
En campaña, Joaquín González se comprometió a investigar y llevar ante las autoridades judiciales a los dos últimos gobernadores por la impresionante deuda que ambos heredaron a la sociedad quintanarroense y que asciende –según Carlos Joaquín- a poco más de 19 mil millones de pesos.
Por lo pronto, la opinión pública local y nacional tiene a Borge en la mira y no dudamos que en cualquier momento surja la orden de aprehensión en su contra.