El próximo jueves 1 de junio inicia la temporada de huracanes para el Atlántico, un período en que las antenas deben estar encendidas de forma permanente, no sólo para las autoridades encargadas de la protección civil sino para la propia ciudadanía, la cual en su mayoría ya conoce este tipo de fenómenos hidrometeorológicos, el paso de dos monstruos marinos y que fueron emblemáticos en la zona del Caribe mexicano, como lo fueron “Gilberto” en 1988 y “Wilma” en 2005, dejaron una huella indeleble en los quintanarroenses y por ende una experiencia que se transformó en cultura sobre este tipo de fenómenos; sin embargo, sabemos que nuestra entidad es de población flotante, sobre todo la zona norte, donde se localiza Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum y Cozumel principalmente, por ello es importante seguir de forma permanente informando y fomentando a la población los peligros y sobre todo el respeto y la prevención para enfrentar los embates de estos fenómenos que pueden convertirse en huracanes y alcanzar la más alta categoría en la escala Saffir Simpson.
Fortalecer nuestra cultura para saber qué hacer antes, durante y después de un huracán no ha sido fácil, incluso para las mismas autoridades, como en aquel mes de septiembre de 1988 cuando el meteorólogo José Chi Ortiz a pesar de no contar con la tecnología con la que actualmente tenemos a la mano como lo es la herramienta de la internet, previno la potencial llegada de un huracán de alta peligrosidad; sin embargo, fue ignorado por funcionarios del Ayuntamiento de Benito Juárez, incluyendo el entonces presidente municipal, José González Zapata, ya cuando el ciclón “Gilberto” estaba encima fue cuando pedían las autoridades buscar por cielo, mar y tierra al meteorólogo José Chi Ortiz para que les brindará la información que días antes no habían querido escuchar.