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Indignante

Bienvenido el año nuevo, sí, bienvenido con la gente enardecida, a punto de un conflicto de consecuencias mayores, quizá nunca antes vistas en este país y con el Presidente de la República autoritario, que se negó a dar una explicación convincente a los mexicanos de lo que está sucediendo en este país.

Ciertamente nervioso, de bajo perfil, Enrique Peña Nieto se volvió a parar ante los mexicanos para aclarar tres cosas muy claras: El gasolinazo va, la amenaza contra los insurrectos, y que nos pondremos de tapete ante Estados Unidos con la designación de su compadre Luis Videgaray como canciller.

México ha sido un país sumamente noble durante prácticamente un siglo, ha aceptado y apechugado cientos de excesos, de robos, de abusos de sus autoridades, pero esta vez parece que se empieza a despertar el país bronco.

Las redes sociales están inundadas de mensajes de indignación, de gran enojo por parte de gente que se siente agraviada, y más que agraviada, burlada por parte de un Presidente que faltó a su palabra.

Algunos llaman a la resistencia civil y hasta a la rebelión, otros le ven el lado político y auguran que el camino está allanado para que llegue López Obrador a la Presidencia, cuando la realidad es que el PRI está totalmente liquidado.

El problema hoy ya no es el PRI ni los partidos políticos –no hay que imaginar siquiera el nivel de abstencionismo en 2018 por total desconfianza que pulula hacia todos los políticos, todos- el mal radica en que le gente está despertando, en que está cerrando carreteras, gasolinerías y el asunto puede ponerse peor, hasta convertirse en una inmensa bola de nieve.

Y ni siquiera es la carestía, no, el problema hoy radica en que la gente se siente burlada, y el discurso de ayer en nada abonó a combatir este malestar.

Publicado por
Redacción Quintana Roo