Jesús Vázquez
CANCÚN, Q. Roo
Los amagos de recurrir a la vía del amparo surtieron efecto y lograron que la Secretaría de Turismo federal desista de la publicación del Registro Nacional Turístico (RNT) en el Diario Oficial de la Federación para impedir que la reclasificación hotelera entrase en vigor.
Ese fue el acuerdo al que se llegó en la reunión celebrada en la Ciudad de México el día de ayer jueves, a la que asistió el dirigente de los hoteleros de Cancún, Carlos Gosselin Maurel; el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de México, (AMHM), Rafael García González; el presidente de la cadena Palace, José Chapur; el titular de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados, José Luis Toledo Medina; y el subsecretario Salvador Sánchez Estrada.
Luego de amagar con que no aceptarían otra solución que la Reforma a la Ley General de Turismo para conjurar por completo el riesgo de aplicar la reclasificación hotelera, Gosselin Maurel dijo que el acuerdo al que se llegó es iniciar reuniones a mediados de mayo próximo con la Sectur para flexibilizar la reclasificación.
El líder hotelero dijo que los resultados de la reunión fueron muy positivos, porque se disipa por el momento todo el entuerto legal que suponía recurrir a la vía de los amparos, además de que la Sectur ha mostrado una gran disposición al diálogo y a escuchar los argumentos del empresariado hotelero del país.
Gosselin Maurel recordó que una de las razones por las que el gremio rechaza la reclasificación hotelera es porque las verificaciones u operativos para cerciorarse que los hoteles se hayan autoasignado una clasificación acorde al nivel de sus instalaciones, quedará en manos de las dos estructuras más corruptas: “los municipios y la Procuraduría Federal del Consumidor”.
Otro de los argumentos en contra es que la Ley General de Turismo y el reglamento habla en todo momento de una clasificación de los todos los “prestadores de servicios turísticos”, sin embargo, la Sectur de forma arbitraria ha determinado que sean únicamente los hoteles los que se clasifiquen, exceptuando a los restauranteros, parques temáticos y demás empresas que también son prestadores de servicios turísticos.
“Se debe atacar la ley y su reglamento para evidenciar la inconstitucionalidad de las disposiciones que facultan a Sectur prácticamente a legislar, pues como se ha dicho, dicha autoridad puede cambiar las reglas administrativas cada que así lo determine”, expuso.
Por el momento, todas esas posturas se pondrán sobre la mesa de negociación que arrancará a mediados de agosto, puntualizó.
El Sistema de Clasificación Hotelera (SCH) consiste en una autoevaluación conformada por 49 preguntas de opción múltiple. Cada respuesta está asociada a un valor que se determinó a partir de mesas de trabajo y la revisión de mecanismos vigentes a nivel internacional en 10 de las economías más importantes en materia de ingresos turísticos y número de visitantes, de acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT).
En cada pregunta, el dueño del establecimiento o, en su caso, el gerente general, podrá responder de conformidad con la preponderancia de los servicios que ofrece. Cada respuesta está asociada a una puntuación definida, la cual va sumándose hasta completar el cuestionario. Los puntos obtenidos determinarán la categoría del establecimiento de hospedaje.
El proceso de clasificación será enviado a la Secretaría de Turismo.