CIUDAD DE MÉXICO.
La restricción alimentaria y el ejercicio regular son las dos principales estrategias rentables para prevenir y tratar la obesidad. Sin embargo, la afección a menudo se asocia con un estilo de vida sedentario y malos hábitos alimenticios, como las comidas entre horas y los atracones.
En consecuencia, adherirse a un régimen de ejercicio regular puede ser difícil debido a la incapacidad para hacer ejercicio durante un período prolongado o la falta de motivación. La grelina, a menudo conocida como la ‘hormona del hambre’, estimula el apetito a través de acciones en los circuitos de recompensa del cerebro que aumentan la motivación para comer. También es esencial para el ejercicio de resistencia al aumentar el metabolismo para satisfacer las demandas de energía del ejercicio prolongado.
Un nuevo estudio señala que limitar el acceso a la comida aumenta los niveles de la hormona grelina, que también puede aumentar la motivación para hacer ejercicio, según un estudio en ratones publicado en el ‘Journal of Endocrinology’.
La investigación sugiere que un aumento en los niveles de la hormona promotora del apetito, la grelina, después de un período de ayuno llevó a los ratones a iniciar el ejercicio voluntario.
Estos nuevos hallazgos indican que un mejor control de la dieta, como por ejemplo limitar la ingesta de alimentos a las comidas o ayunar de forma intermitente, podría ayudar a las personas con sobrepeso a mantener una rutina de ejercicios más efectiva, perder peso y evitar complicaciones debilitantes como la diabetes y las enfermedades cardíacas.
En este estudio, el doctor Yuji Tajiri y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kurume, en Japón, investigaron la relación entre el ejercicio y los niveles de grelina en ratones. La ingesta de alimentos y la actividad de las ruedas se compararon en ratones a los que se les dio acceso gratuito a los alimentos y aquellos alimentados solo dos veces al día durante un tiempo limitado.
Aunque ambos grupos comieron una cantidad similar de alimentos, los ratones con dieta restringida corrieron significativamente más. Los ratones genéticamente modificados para no tener grelina y con dieta de alimentación restringida corrieron menos que los ratones a los que se les dio acceso libre, sin embargo, esto podría revertirse administrando grelina.
Además, los ratones a los que se les dio acceso libre a los alimentos y a la grelina también corrieron significativamente más. Estos hallazgos sugieren que la grelina puede desempeñar un papel importante en la motivación tanto para la alimentación como para el ejercicio, en respuesta a los planes de alimentación restringidos.
El doctor Tajiri comenta que estos hallazgos “sugieren que el hambre, que promueve la producción de grelina, también puede estar involucrada en aumentar la motivación para el ejercicio voluntario, cuando la alimentación es limitada. Por lo tanto, mantener una rutina de alimentación saludable, con comidas regulares o ayuno, también podría alentar la motivación. para hacer ejercicio en personas con sobrepeso“.
Sin embargo, advierte de que tanto estos nuevos hallazgos como informes anteriores se basan en estudios en animales. “Se necesita mucho más trabajo para confirmar que esta respuesta a la grelina también está presente en las personas –explica–. Si se puede establecer en la práctica clínica, no solo abre una nueva dieta rentable y estrategias de ejercicio, sino que también pueden indicar una nueva aplicación terapéutica para medicamentos que imitan la grelina”.
El doctor y su equipo ahora planean llevar a cabo más experimentos para confirmar estos hallazgos en humanos, para determinar aún más cómo la grelina actúa en el cerebro para producir motivación para comer o hacer ejercicio y explorar cualquier beneficio clínico potencial en el mundo real para el tratamiento y Prevención de la obesidad.
Vía excelsior.