Ante una supuesta convocatoria para la realización de una marcha de protesta contra acciones del gobierno del estado, el gobernador Carlos Joaquín González no se inmuta y asegura que es un golpeteo político “que sabemos de dónde viene”.

Más allá de conocer con datos comprobables quién o quiénes están orquestando una manifestación en su contra, el mandatario estatal debería preocuparse un poco más, porque el desencanto hacia su gobierno es real, especialmente al sur de la entidad.

Tan es así que el mismo gobernador reconoce que existe recelo de gente a la que ha dado de baja en el aparato burocrático, hecho que también minimiza argumentando que se trata de personas que tenían mucho tiempo en el gobierno y que pensaban que el cargo era propio.

El caso es que los chetumaleños recuerdan con pruebas fehacientes que como aspirante a la gubernatura, Joaquín González dijo una y otra vez que “era una mentira que de llegar la gubernatura, despediría a trabajadores del gobierno estatal”.

Cuando dijo eso (incluso está por escrito en su propaganda), la población de la capital del estado casi se rindió a sus pies, vio una luz en la oscuridad donde se mantuvo casi seis años y fue esta gente la que provocó el triunfo del entonces candidato del PAN-PRD.

Para no ir muy lejos, el hoy mandatario estatal señala que permitirá una manifestación de la gente en contra de las medidas adoptadas por su gobierno, “porque aquí respetamos la libertad de expresión que no se hizo en el sexenio pasado”.

Sin duda, Carlos Joaquín debe recapacitar en torno a ello. El asunto no es menor y este tipo de protestas corren como pólvora por todos lados del país y puede estallarle en las manos, cuando ya sólo faltan 18 meses para las próximas elecciones federales.