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Falsificaciones

En el 2014 en Europa, se logró agarrar a uno de los falsificadores más importantes de todos los tiempos, tenía el descaro de hacer hasta 3 mil euros diarios a petición de sus clientes. Había inundado lo suficiente la economía europea, que el peligro era latente para lograr un desequilibrio.

La necesidad de falsificar no es por el simple hecho de tener un hobby, se lleva a cabo cuando las reglas de la economía resultan ser una llave estranguladora para muchas personas: el poder llevar a cabo un negocio y no poder contar con un historial crediticio que apruebe lo solicitado, el querer comprar tranquilamente objetos de necesidad básica o los superfluos, que todo mundo anhela, gracias a la mercadotecnia que resulta ser impresionante por parte de las grandes cadenas de ropa, muebles, joyas y diversos artículos.

Las últimas noticias por parte del gobierno, es que observemos bien los billetes que recibimos por parte de nuestro patrón, en una tienda o en cualquier sitio y que, no nos dejemos engañar por aquellos que sean falsos, que los saquemos de circulación e incluso hasta que los reportemos. Una actitud muy positiva se espera de la ciudadanía siempre y cuando ésta no estuviera apretada en su gasto y que dispusiese de dinero en exceso pero la neta, es que en México, un país con más del 50% de su población en pobreza, ésta petición resulta una fantasía. Una familia con carencias, no va a dejar de utilizar los pocos billetes que le lleguen a su bolso, existe una carestía.

El gobierno es quien tendrá que lidiar para apresar a los falsificadores y sacar de circulación esos billetes que hacen daño a nuestra economía pues la pobreza del pueblo lo impedirá.

Publicado por
Redacción Quintana Roo