Las personas que tienen demencia debido a la enfermedad de Alzheimer necesitan atención médica periódica para abordar un abanico de problemas de salud y de comportamiento. Si cuidas de un ser querido con demencia, seguramente tendrás muchas preguntas para el médico. A fin de aprovechar al máximo las citas médicas, ten en cuenta estos siete consejos.
Planifica citas médicas según el mejor momento del día para tu ser querido y, de ser posible, cuando haya menos gente en el consultorio del médico. Lleva algo de comer, agua y alguna actividad portátil que le guste.
Si las visitas al médico han sido un problema anteriormente, espera hasta el día de la cita para decírselo. De ser necesario, ofrécele una recompensa después de la consulta, como ir a tomar un helado camino a casa.
Haz una lista de los problemas que te gustaría abordar con el médico, como dudas acerca de los efectos secundarios de los medicamentos o un comportamiento agresivo. Anota todos los medicamentos y suplementos que toma, incluso los de venta libre, o lleva los frascos etiquetados en una bolsa. Si la persona vive en un centro de reposo, indica los medicamentos que tome ahí y menciona cualquier inquietud que los miembros del personal puedan tener.
En las etapas iniciales de la enfermedad, asegúrate de que tu ser querido firme una autorización para revelar información confidencial en el consultorio del médico a fin de que este pueda hablar contigo libremente sobre la enfermedad de la persona.
Prepárate para responder preguntas sobre sus síntomas y su comportamiento. ¿Has notado cambios en su salud, memoria, estado de ánimo y cuándo comenzaron esos cambios?
¿Te preocupa su capacidad para conducir o para llevar una vida independiente? A medida que la enfermedad avanza, tus apreciaciones podrían ser el factor fundamental para determinar qué es lo mejor para tu ser querido.
Si el médico le receta algún medicamento, averigua específicamente en qué momento del día y en qué cantidad debe tomarlo. Pregunta por qué le receta el medicamento, cuánto tiempo debe transcurrir hasta observar alguna mejora y cuáles son los posibles efectos secundarios.
Lleva una libreta y un bolígrafo para anotar la información que brinda el médico, o también puedes grabar la conversación para poder escucharla de nuevo más tarde. Otra alternativa es ir acompañado por un amigo u otro familiar para que tome notas o para que se quede con tu ser querido mientras tú las tomas. Si no entiendes algo que te diga el médico, pídele que te lo aclare.
Pídele al médico que te hable sobre lo que puedes esperar en uno o dos años. Puedes preguntarle sobre las directrices anticipadas, la atención prolongada o el internamiento en una casa de reposo. Puedes hablar también sobre el cuidado terminal o los cuidados paliativos. Saber qué esperar puede ayudarte a estar preparado.
Si necesitas ayuda, pídela. El médico te puede recomendar varios recursos comunitarios, como centros locales para la vejez, los servicios de comidas, centros para ancianos, servicios de relevo y grupos de apoyo.
Si algo te molesta con respecto a una cita médica en particular o si surge un malentendido, habla de eso con el médico de inmediato. Trabaja en equipo para resolver el problema, en lugar de apresurarte a cambiar de médico. Realizar un cambio podría ser confuso para tu ser querido y perjudicial para su atención médica a largo plazo.