Mientras que la Secretaría de Salud (SSA) y la Dirección de Epidemiología han establecido tres fases de contingencia por el coronavirus en México, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado cinco fases de la pandemia.
El “semáforo” de fases de la SSA se conforma por tres: importanción, dispersión comunitaria y epidemia, siendo esta última el mayor nivel de propagación que puede alcanzar el COVID-19, a la cual se llegaría si no se hubiese aplicado ninguna medida para contenerlo.
La OMS, por su parte, traza su “semáforo” de fases a nivel mundial, con lo busca orientar a los gobiernos en la toma de medidas en función de la fase en que se encuentre su país.
Son cinco las fases de las pandemias que establece la OMS, la primera de ellas es la confirmación del comienzo de una pandemia, es decir, cuando se haya confirmado que un nuevo virus está causando varios brotes y se propaga a nivel regional.
La fase dos se alcanza cuando los brotes estén ocurriendo de manera simultánea en varios países, con lo que el virus se propaga alrededor del mundo. Este nivel condensa el punto más alto de propagación y por lo tanto el más crítico de la pandemia.
La fase tres, por su parte, marca el fin de la primera ola pandémica, un punto al que se llega cuando la curva de contagios ha parado o se ha revertido en los primeros países que resultaron afectados, aunque se mantienen fuertes en otras regiones.
La fase cuatro se alcanza con la segunda ola pandémica, es decir, que vuelven a surgir brotes donde ya no habían dejado de registrarse contagios.
La OMS señala que a esta fase se puede llegar dentro de los tres a nueve meses posteriores a la primera fase, la epidemia inicial.
La quinta y última fase se alcanza cuando es declarado el fin del Periodo de Pandemia, lo que según la OMS sucederá después de dos o tres años del primer brote.