La actitud sobrada y displicente del PRI en sus tres niveles (nacional, estatal y municipal) hoy han tumbado al otrora partido fuerte y hegemónico ni más ni menos que al cuarto lugar en la preferencia electoral de Benito Juárez, uno de los municipios más importantes del país.

Metido únicamente en el asunto de la elección por gubernatura, al PRI poco le importó entregar al Verde Ecologista la candidatura a la presidencia municipal de Benito Juárez. La orden de arriba fue esa y no metieron las manos…

Pero además, nunca se detuvo a pensar en la posibilidad de una catástrofe como la que hoy vive en Benito Juárez, producto del pésimo gobierno municipal presidido por quién sabe quién, pues aquel que rindió protesta, un tal Paul Carrillo, nomás no quiso gobernar y pocas veces se paró por Palacio Municipal, al disfrutar de su nueva casa, en la exclusiva zona residencial “Villa Magna”.

Lo único que hoy pueden rescatar de esto, es que el PRI y sus cabezas estatales quedaron bien con el Presidente Enrique Peña Nieto, quien en lo oscurito tranzó con su cuate el Niño Verde la candidatura de Benito Juárez para el PVE en nombre de Remberto Estrada so amenaza de romper la coalición a nivel nacional. El hecho es que hoy el PRI está en cuarto lugar, producto de negociaciones aviesas, de un gobierno sin pies ni cabeza, y no tiene cómo entregar cuentas a su gente.

Arriba del PRI está PVE, que no pidió el voto por la coalición, sino por el partido; está el PAN que se reposiciona en el municipio, luego de estar prácticamente desaparecido durante muchos años, y está también el PES por la candidatura de Gregorio Sánchez, personaje político que hoy tiene más peso político que cualquier priista en este municipio.