Hace unos meses escribí en este espacio tan valioso, que me otorga el Grupo Cantón y que gracias por el trabajo de mis compañeros sale de manera frecuente, acerca de las villa juvenil que se ubican en Zona Hotelera, de las condiciones de abandono en que se encontraba y de la falta de pericia del gobierno para poder administrarla y generar entradas al Municipio, y hace un par de días el titular de muchos medios fue: “Mega fraude en el predio de las Villas Juveniles de la Zona Hotelera” , ya que el señor rapaz de cuello blanco, Don Borge, lo había vendido. En lo personal la noticia no me sorprendió ya que nuestra raza es muy predecible, tal como esas malas películas que hacen que nuestro cerebro no tenga que pensar pues ya se tiene una clara idea del final.
Y es que nuestra política es llanamente así: predecible. Usted que deambula por las calles y que diariamente se encuentra con diferentes atrocidades: calles con muchos baches, banquetas inacabadas, alumbrado servible sólo de manera parcial, semáforos no cronometrados, falta de señalamientos para el peatón entre muchas otras cosas que son meramente trivialidades, simplemente ya sabe la razón de que no estén bien, ya puede vaticinar sin mayores aspavientos que es culpa de la mala administración de nuestros gobernantes y podremos seguir gritándolo hasta el cansancio, hasta la muerte misma caray pero usted sabe que, así como diario aparece el sol en el horizonte, que ellos no cambiaran.
Sin embargo, existe el tiempo y no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista y las nuevas generaciones tendrán que hacer un cambio excepcional para que nuestra sociedad realmente se transforme. ¿No cree?