Suegras, cuñadas y comadres. Los ciudadanos de Cancún estamos fastidiados del agandalle del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” y de su comparsa la Sintra, al pretender aplicar una ley que rebasa la Constitución y con ello dejar fuera a la plataforma Uber.
Los mexicanos tenemos el derecho de transitar libremente por el territorio nacional, y en el caso de Cancún, es mayoría la gente que quiere transportarse de manera limpia, cómoda y segura, como lo ofrece Uber.
En lugar de estar fregando con el retiro de este servicio, los miembros del Sindicato deberían preocuparse por mejorar su servicio que es pésimo, por dar mantenimiento a sus unidades y por entener que los taxis no son camiones ni peseras para estar subiendo gente en cada esquina.
Cancún jamás podrá ser un destino turístico de primer nivel con servicios como el prestado por los taxistas que conducen carcachas en mal estado, malolientes, sin aire acondicionado y con un servicio en el que se detienen con pasaje y dejan al cliente en el lugar indicado, luego de recorrer distintos puntos de la ciudad.
Todo eso sin contar que gran parte de los conductores son unos cafres que no respetan los reglamentos básicos de tránsito, empezando por no rebasar por la derecha, lo cual es una constante de estos personajes.
Es tiempo que se haga valer la Constitución y pasarse por el arco del triunfo esa supuesta ley que sólo privilegia el monopolio de los Sindicatos de Taxistas, cajas chicas del gobierno que además les sirven en los tiempos electorales.
Se renueva el Sindicato, los choferes y las unidades o la ciudadanía seguirá requiriendo de los servicios de Uber y sobre todo, exigiendo que sea respetada su libertad de transportarse con la empresa que le venga en gana.
Es cuanto…