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El PRI represor

Por favor ¿No habrá alguien que le explique a los priistas que su partido ya no está en el papel de reprender ni sancionar a sus diputados, y que más bien debería apapacharlos para que no los abandone, evitando un boquete aún más profundo?

Es preocupante y hasta indignante que los priistas sigan trepados en su soberbia, en el mismo defectito de carácter que los llevó al hoyo. Pero que no se preocupen, que todavía hay más para abajo, si le siguen escarbando, aún pueden llegar más abajo. La pregunta es ¿hasta cuándo tocarán fondo?

Todo esto viene a colación por la forma en que en la dirigencia priista han tratado de reprender a su diputada Candy Ayuso Achach, quien se reportó enferma el día más importante para la fracción priista en la XV Legislatura, lo que generó que este partido perdiera la mayoría en el Congreso –según ellos-.

Decir que la Gran Comisión la perdió el PRI por culpa de la diputada Ayuso resulta tan falso como el mismo pretexto por lo que ella no acudió al Congreso.

El dirigente priista, Raymundo King, debe ser honesto consigo mismo. El diputado debe reconocer que lo que hoy le ocurre a su partido no es producto de un suceso, sino de un proceso, un cúmulo de errores, de torpezas combinadas con su altivez, lo que provocó el rechazo del más amplio sector de la sociedad quintanarroense.

El represor debe aceptar, en todo caso, que él es más culpable que Ayuso por adoptar posiciones que afectaron a la gente, como por ejemplo,  votar en contra la propuesta de disminuir la tarifa eléctrica en Quintana Roo, cuando él era diputado federal. Eso sí caló.

¿Candy? Candy Ayuso es hija de Magaly Achach, una de las personalidades más joaquinistas de la entidad.

Aquí no hay traiciones, más bien muchas torpezas…

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Publicado por
Redacción Quintana Roo